Daniela es una diseñadora de joyas que en cada obra manifiesta una conexión con el arte y su deseo de expresar historias y emociones a través de la orfebrería.
Todo comenzó en Florencia -Italia- donde estudió diseño de joyas y orfebrería. Ya son doce años de experiencia en la industria, y su sensibilidad artística se evidencia a través de piezas estéticamente bellas, cargadas de intención y significado.
El trabajo de Daniela ha rebasado las fronteras, personas de todo el planeta la contactan para crear joyería atemporal en oro, gemas preciosas y semipreciosas, minerales inusuales y otros metales nobles. Su talento hace tangible la transformación de los materiales en objetos personalizados que generan vínculos con quien los usa.
Hace once años abre su estudio, pues la fuerza con la que necesita expresarse la empuja a crear joyas a través del uso de elementos de la tierra, “que vienen en forma de maravillosos minerales -y llevarlas - es portar magia sobre la piel. La cualidad que tienen las joyas para elevar nuestro estado de ánimo, a uno aún mejor, me resulta poético y místico.” Y es que Daniela lo tiene claro, ella sabe y expresa de manera contundente el simbolismo de cada una de sus obras y como esto repercute en el cuerpo de quien las usa, “las joyas que escogemos para adornarnos manifiestan lo que llevamos dentro. Cómo nos percibimos y cómo nos presentamos ante el mundo. Las joyas que llevan piedras y metales nobles están cargadas de poder, sabiduría y elegancia; es exactamente así como se siente usarlas.”
Su fuente de inspiración se alimenta en el detalle de los oficios antiguos, “el renacimiento -simbólica e históricamente- las mujeres, transformar narrativas en nuevas intenciones, la belleza y la comunicación con Dios que sucede a través de la creación.” Sus abuelas, las plantas, lo divino, las civilizaciones antiguas y “la gente que decide salir de lo convencional para vincularse con elementos que se asemejen a su verdad”, dice Daniela, convencida que lo absolutamente necesario que debe tener a su lado para trabajar y crear dentro de su hábitat en su estudio, es el “papel y lápiz, la privacidad, los buenos podcasts y los audífonos que cancelan el ruido externo. Siempre con una taza de té caliente.”
Al tener en sus manos una pieza terminada, Daniela siente una profunda gratitud de que ésta exista y que finalmente sea algo tangible. “Tengo intriga de qué sentirá quien la use. Sobretodo, mucho asombro del trabajo colectivo que sucede tras la creación de cada pieza.” ¿Pero qué es lo que Daniela busca transmitir con cada joya? Ella sabe que está ahí la posibilidad de “elevar la auto percepción y recordar que la vida está llena de sincronía. Cada pieza única, es para mi, un milagro.”
Actualmente esta artista prioriza su auto observación, “para permitir que el flujo creativo suceda. Quiero plasmar más diseños en oro y minerales únicos que manifiesten lo singular de cada pieza y los miles de años que tomaron en formarse. Por lo pronto, trabajo en crear un presente donde pueda seguir creando y viviendo el privilegio de hacer lo que amo. Esto nutre mi alma. Espero poder compartirlo con más gente y que nuestras piezas conozcan pieles de todo el mundo.”
Varias han sido las muestras y exposiciones que Daniela Ortiz ha realizado a lo largo de su trayectoria. Ella ha expuesto principalmente en Ecuador y en México, “estoy entusiasmada con la posibilidad de hacer exposiciones en otros países cómo Estados Unidos y en varias ciudades de Europa.”
¿Dónde la pueden ubicar?
Web: www.danielaortizjoyas.com
Instagram: @danielaortizjoyas
“Daniela materializa objetos para poder personalizarlos y generar vínculos con quien los usa.”
