“Todo ha valido la pena. Cuando un cliente recibe su helado y lo prueba, ver la expresión en su rostro, es nuestra mayor satisfacción. Luego de tanto trabajo y esfuerzo durante todos estos años, ese gesto, nos hace seguir adelante.”
No hace mucho el helado en el país pasó de ser un postre para los más pequeños, para convertirse en una bocado fresco que atrapa los paladares más exigentes que buscan un espacio de respiro para disfrutar de un buen encuentro, mientras los sabores invaden cada uno de sus sentidos. Este es “il vero gelato italiano.”
Valerio Ventura (Milán, Italia), es ingeniero medio ambiental, siempre soñó con ser heladero, viene de un país donde la cultura del buen helado, el más puro, es una tradición, “me gusta el helado, me apasiona, desde niño he sido un gran comedor de helado en Italia”. El concepto de heladerías que maneja Delizium, surge a nivel mundial en el año 2000, y fue recién hace cinco años, en Quito, que Valerio pudo sentar la bases de lo que hoy es una realidad, un tangible que cubrió un hueco en el mercado de la ciudad. Delizium es más que un negocio, es la realización de una meta a la que se llega luego de mucho esfuerzo, preparación y constancia, una que nace por su pasión hacia el helado y la prolijidad en cada uno de los procesos. Valerio renunció a su trabajo estable y llegó al país con Karina (Quito, Ecuador), su esposa, y decidieron emprender un sueño que no podría ser lo que es, sino contara con el apoyo total de ella, arquitecta graduada en el país y especializada en Italia, y es el pilar que sin duda aporta con su profesionalismo y talento, para crear cada uno de los espacios que cobijan Delizium, “hay texturas y colores naturales, como nuestro producto, queremos que nuestros clientes se sientan cómodos. La idea fue crear una heladería no infantil, sino por el contrario, un lugar para adultos y que sea por ellos que lleguen sus hijos”, dice Karina quien además se encarga de la gestión y administración de los locales. “Ya son tres heladerías, dos en Quito y una en Cumbayá, y sin duda llegarán más”, pero Valerio sabe que es importante caminar un día a la vez para que todo se concrete a la perfección y con la calidad que lo caracteriza. Él se encarga de la producción de los helados, las fórmulas, sabores, control de calidad.
“Invertimos todo lo que teníamos para empezar con la heladería, estábamos en plena pandemia y eso nos dio tiempo para ser estratégicos, importar la maquinaria, crear la fórmula propia y única, experimentar con diversos sabores -ya son 160-, encontrar el local y armar cada detalle para dar luz a Delizium. La pandemia para muchos fue terrible, para nosotros fue bueno, porque fue el momento crucial de planificación”, dice Karina. “Hoy el mercado es muy competitivo, sabemos que es fuerte porque es un nicho pequeño a quien lo hemos acompañado en la percepción de sabores innovadores a los que no están acostumbrados”, hoy las personas lo han aceptado muy bien y comparten su experiencia de sabor y calidad, eso es lo que ha hecho que Delizium se conozca, “el boca a boca es poderoso”, sin duda Delizium se ha convertido en tema de conversación en las mesas ecuatorianas, que saben que su helado -gourmet artesanal- es el mejor postre, no hace daño, es ligero, puro y sano, sin azúcar añadido. Esta sensación a penas se prueba estos helados, es evidente, “la clave de Delizium es justo eso, somos diferentes porque ofrecemos un producto fresco, puro, natural, sabores originales hechos con materia prima -sin conservantes-. Ofrecemos un producto 100% artesanal y aceptamos sugerencia de sabores de nuestros clientes”, dice Valerio con orgullo. Y es que en Delizium no se pone límites a la imaginación, “nosotros no tenemos productos guardados, producimos al día lo que se consume. Tenemos un control de calidad muy exigente. No almacenamos nada.”
Los viajes y la comida del mundo, han abierto la mente de Valerio, a él le gusta salir de lo ordinario y así con esa convicción, produce sabores increíbles que a veces son difíciles de introducir en el mercado, pero que una vez que la gente los prueba, no pueden desengancharse, “siempre regresan”, cuenta Karina. Los sabores estrella, más vendidos en Delizium son el de ‘Pistacho Salado’ y el de ‘Chocolate Salado’ (vegano), pero no se quedan atrás los de ‘Ricotta con trocitos de Chocolate y ralladura de Limón’, ‘Queso con Higos’, ‘Almendra, Sal y Pimienta Negra’, ‘Cheescake Maracuyá’, ‘Motilón’. Estos son sólo una parte del amplio menú de Delizium, uno que cada día suma sabores sin límites, unos que sorprenden y despiertan el placer de sus ya habituales comensales, y a los que se unen con la misma agilidad.
Vienen nuevas sorpresas en Delizium, “siempre más” pero sin descuidar su especialidad ni su calidad, los helados, “nosotros tenemos que dedicarnos a lo que somos buenos”, pero introducirán detalles -café de especialidad- que complementarán la experiencia de vivir el sabor de manera integral.
Instagram: @delizium_ec
Locales:
Horario: De lunes a lunes de 10:30 a 20:00.
“En Roma cuando comían algo muy bueno, exclamaban ‘Delizium’, es la palabra latina perfecta para nuestra heladería.”