El presente de los amenities: parte crucial del diseño de un proyecto

Mientras se da impulso al des arrollo de comunidades, con el propósito de mejorar la calidad de vida de sus residentes, una parte importante de los posibles compradores e inquilinos, aspira a contar con espacios para realizar distintas actividades, entre ellas sus hobbies, dentro de su comunidad, tanto por comodidad, como por lo que implica en ahorro de tiempo. Además de ser un lujo, los amenities también permiten a los residentes de un edificio ahorrar tiempo, el único activo que no se puede comprar o recuperar.

Hoy, en Quito, la primera pregunta que hacen los posibles compradores de un apartamento es con qué amenities cuenta el edificio. Cada vez es más difícil vender apartamentos en un edificio que no tiene áreas comunales amplias: se sienten obsoletos y no están diseñados para la forma de vida del futuro.

 

 

 

Esto nos ha llevado a mí y a mi equipo en Uribe Schwarzkopf a ir más allá de lo establecido respecto a las áreas comunales en nuestros proyectos de edificios residenciales, y nos ha llevado a innovar y construir espacios que fomenten una comunidad diversa y vibrante. Nuestra filosofía ha sido comprender las necesidades de nuestros residentes a fin de satisfacer y mejorar sus aspiraciones, planificar para su estilo de vida actual, y también, para su futuro.

Diseñamos los edificios pensando en quién los habitará, cómo éste facilitará la vida de sus residentes, cómo el edificio es una inversión para sus propietarios y, cómo los apartamentos se pueden alquilar fácilmente, con un buen retorno de capital en el futuro. 

A medida que la movilidad y la salud pública se convierten en aspectos cada vez más cruciales del diseño urbano, en la era posterior al COVID-19, las soluciones de accesibilidad y los espacios públicos que rodean los edificios, también se convierten en un área importante de servicios para sus residentes.

La interconexión entre la comunidad que alberga un edificio y la ciudad tiene el potencial de impactar y revolucionar la vida de sus residentes, algo que se debe considerar a nivel global. Ya no estamos en una era en la que los espacios públicos de un edificio pueden ser algo secundario, de acuerdo a proyecciones de la ONU, se espera que en el 2050 el 68% de la población mundial sea urbana. 

Al mismo tiempo que el espacio público y las áreas sociales al interior de los edificios han ido ganando importancia, los departamentos muy grandes se han vuelto innecesarios. El tamaño medio de los apartamentos en los proyectos residenciales urbanos se ha reducido considerablemente en los últimos años.

Las personas buscan pasar más y más tiempo fuera de sus apartamentos, esto a su vez nos permite ofrecer mejores amenities, que brindan una mejor calidad de vida para todos los residentes, al tiempo que reducen la necesidad y los costos asociados al mantenimiento y limpieza de un apartamento.

Aquarela, un proyecto que estamos desarrollando, diseñado por Jean Nouvel, es un excelente ejemplo de este concepto llevado a gran escala.

 

 

Aquarela ofrece amenities que superan la oferta de la mayoría de los clubes sociales en Quito, con cerca de 10,000 metros cuadrados de áreas de recreación que incluyen piscinas, gimnasios, spas, una cancha de bolos, una pista de patinaje sobre hielo, peluquerías, centros de negocios, salas de fiestas, un spa para mascotas, salas de juegos, una sala de golf virtual, canchas de squash y raquet, salas de cine, salas de música y un parque para sus residentes, el cual se extiende entre las torres del proyecto.

Este tipo de espacios para la comunidad ofrece las ventajas de un club privado dentro de tu casa a un costo mucho menor. En Aquarela, córtate el pelo, ve al spa, relájate en la piscina, asiste a una clase de yoga y juega a los bolos con tus amigos. Todo en un solo día y sin salir de casa.

El COVID-19, está cambiando la forma en que vivimos, trabajamos y nos reunimos; algunos de estos cambios llegaron para quedarse. Las áreas abiertas y las terrazas verdes, dentro de las zonas urbanas y ciudades densas, serán cada vez más valoradas.

Aunque no creo que el trabajo desde casa o el trabajo remoto sea sostenible para el futuro, las ventajas y necesidad de flexibilidad es una de las lecciones de la actual situación, y como tal, los nuevos proyectos inmobiliarios también deben considerar amenities orientadas a satisfacer las necesidades laborales de quienes habitan un edificio. Estas son una excelente alternativa para que los residentes trabajen fuera de su apartamento, de su hogar, sin tener que salir de casa, para que realicen reuniones en los centros de negocios o presentaciones del proyecto, en las salas de cine, todo sin salir de su complejo de apartamentos.

Proporcionar una diversidad de experiencias y entornos dentro de un edificio también será cada vez más crítico para la salud mental, en caso de que a futuro debamos afrontar nuevamente períodos de cuarentena y aislamiento por prevención.  

Muchos de los edificios que estamos diseñando en las áreas urbanas de Quito (Qorner con Moshe Safdie, Iqon con BIG y Qanvas) maximizan el uso de terrazas y azoteas para los amenities como piscinas, salas de fiestas y áreas de descanso, así como para crear espacio cubiertos de vegetación y jardines. Hay una expectativa creciente alrededor de la integración de los espacios interior y exterior, para que sean parte de cualquier edificio residencial, esta integración se centra en cómo las personas vivirán y cómo usarán los espacios de sus hogares en el futuro.

 

 

EPIQ, un proyecto diseñado por BIG, presenta una serie de espacios exteriores comunes en todo el edificio, en lugar de una sola terraza o una sola azotea. Estas áreas comunes al aire libre y en el interior incluyen piscinas, espacios de juego para niños, una cancha de squash, una cancha de bolos y una sala de cine, por nombrar solo algunas de sus características.

Estas comodidades crean un espacio para la vida comunitaria y la interacción entre los residentes. A nivel de planta baja, también hay plazas públicas y comercios que brindarán servicios a quienes residen en el edificio, así como al resto de la comunidad, al dar lugar a un ambiente vibrante, con restaurantes y espacios de recreación o descanso, acompañados de arte y sabores locales en la base del edificio.

Los edificios de oficinas, en mi opinión, también deberían tener este mismo tipo de oferta de servicios. El buen diseño y desarrollo no solo deben centrarse en los espacios donde vive la gente, sino también en los lugares donde las personas trabajan y pasan muchas horas al día.

Siguiendo la misma lógica, los empleados de los edificios de oficinas necesitan espacios para sus actividades o para relajarse y tomar un descanso: la eficiencia y la productividad mejoran cuando las personas están felices en el espacio en el que trabajan. Hemos diseñado edificios de oficinas con auditorios, coworking e instalaciones deportivas que han cambiado la forma en que las personas interactúan dentro de estas torres urbanas y cómo se sienten al venir a trabajar todos los días.

 

 

 

En Uribe Schwarzkopf diseñamos constantemente estrategias que nos permitan innovar en la oferta de amenities de nuestros proyectos, y anticiparnos a las aspiraciones y necesidades futuras de nuestros residentes. 

Los amenities deben cubrir nuestras necesidades de vida. Espacios para la vida en comunidad, entretenimiento y emoción, relajación y bienestar, espacios de trabajo y tecnología y, sobre todo, deben priorizar la salud y el bienestar de personas de diferentes edades, por ejemplo, aquellas mayores, que hoy ven limitadas sus posibilidades de movilidad. Queremos seguir creando referentes arquitectónicos, en los que el ser humano es el eje central de nuestros diseños.