Una representación del arte que devela y representa un fragmento del mundo, una forma de observarlo. Es el disparo de un ojo que pretende mostrar aquello que siente y percibe. Sin duda, una joya del arte y la cultura de todas las sociedades y una gran alternativa a la hora de decorar interiores.
Una práctica que, debido a su tecnología, es una de las más contemporáneas y una tendencia a la hora de vestir paredes de los hogares más modernos.
Decorar hogares a partir de fotografías artísticas es una de las mejores alternativas para ofrecerles un toque de personalidad a través de un buen estilo.
El rol que juega este tipo de arte no sólo en la sociedad, sino también en la decoración del hogar, es fundamental. Se trata de una expresión artística capaz de despertar verdadera emociones.
Las reglas del juego
No se trata simplemente de disponer de espacios vacíos y llenarlos con fotografías. La decoración de interiores es una labor mucho más compleja, ya que si la idea es decorar y, a su vez, rendirle honor a esas piezas de arte, es necesario meditar muy bien la disposición de las fotografías.
Saber ordenar colecciones de fotos, agrupar cuadros, láminas o una simple fotografía, con marcos de diferentes tamaños y colores o, incluso, que no lleven marco, es una de las técnicas de las que uno debe apropiarse para lograr un trabajo final único.
Una buena combinación de los elementos en un espacio determinado, permite hacer de la decoración una herramienta de estilo personal, capaz de atraer todas las miradas hacia las fotografías.
Una de las tendencias más importantes y respetadas respecto a la decoración a partir de fotografías artísticas es Boho Chic.
Un estilo de los que más se acopla al arte fotográfico en las paredes, ya que la estética en este concepto es trascendental, lo que convierte una estética bohemia y con aires de libertad, que no sigue normas establecidas ni convencionalismos, por lo cual la ornamentación a partir de imágenes simples o de la cotidianeidad se considera sumamente artístico y moderno.
Los marcos: una pieza clave
Si bien hablamos de un arte libre de ataduras y normas, a la hora de decidir decorar con fotografías, son fundamentales ciertos conocimientos respecto al uso marcos y enmarcación.
La elección del marco apropiado refuerza siempre el impacto que la imagen cauce, ya que esto puede aumentar su estilo y estética. Uno de los colores más utilizados y que se encuentran de moda es el dorado: un color que suele quedar bien con casi todos los estilos decorativos.
A ello se suma otra fundamental tendencia: la de acoplar diferentes marcos de diversos tamaños en paredes, e incluso sobre mesas, ofreciendo a los espacios peculiaridad y carácter.
Una buena pieza fotográfica puede transformar por completo cualquier espacio, haciéndolo crecer y resaltar a partir del culto, la estética y la personalidad. Funciona como un importante elemento decorativo que ayuda a unificar diversos elementos como mesas, sillas, o inclusive el piso.
En Uribe Schwarzkopf, entendemos al arte como uno de los elementos más importantes de todas las culturas, capaz de transformar cualquier lugar y reconvertirlo en algo único y especial. Es por ello que nuestros edificios siempre apuestan a la decoración a partir del trabajo de artistas locales e internacionales.
Jorge Juan Anhalzer - Ecuador
Jorge J. hace fotografía sobre todo documentando al país en sus diferentes circunstancias. Sus obras muestran el paisaje, la gente, la arquitectura vernácula, la flora, la fauna y lo abstracto.
"La fotografía, una ventana a los rincones más bellos del país".
No tiene un tema preferido, “encuentro motivo para entusiasmo en todos estos temas. Todos ellos precisan de un ´ojo´ capaz de prever el momento y afinar la composición. Tal vez lo abstracto es lo menos evidente, pero requiere la misma afinidad con lo bello. Algunas de sus fotografías, llegan a decorar paredes en casas, departamentos u oficinas. “Muchos de mis clientes suelen escoger paisajes que se transforman en una especie de ventana a rincones bellos del país”.
Marcela García - Ecuador
“En mi caso, la fotografía fue algo muy `normal`. Tuve una tía y dos hermanas mayores que fotografiaban todo el tiempo, crecí con cámaras en manos de las mujeres en mi entorno…Ya a los 13 años con una Kodak Instamatic, tomaba fotos en el campo: al río, las piedras, los árboles, las flores. En el 77’ ya hice mis primeras fotos industriales contratadas. Desde entonces no he dejado de fotografiar”.
“La fotografía es mi pasión, mi adicción”
Para Marcela está claro que una fotografía, al igual que cualquier obra de arte, “tiene que tocar alguna fibra de tu interior, tiene que hacer que evoques algo, tiene que causarte una emoción, finalmente, tiene que comunicarte algo”.
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