“Estamos felices y orgullosas de lo que hemos logrado, hay que perseguir los sueños y hacer posible lo imposible.”
Así, con un brillo que acoge y buena música lounge, nos recibe Carmen de Dreyer, fundadora de La Maison Deco, y su hija, Diandra Dreyer -Didi- mamá de un bebé de dos años y gerente de diseño, para dar paso a una conversación que rebasó la admiración y respeto por dos mujeres extraordinarias que guían un negocio, con más de cuarenta años de experiencia y veinticuatro en el mercado del mueble, y que nació inspirado en la pasión por el diseño y los buenos detalles. Ellas son el complemento perfecto, a Carmen le encanta el mármol y a Didi el concreto. Desde niña, Carmen creció en un entorno donde el arte y las manualidades se llevan en la sangre. Su madre es su gran inspiración, ella supo transmitirle la dedicación hacia cada uno de los oficios y labores que la llevaron a donde está ahora, a lo que se sumó su sensibilidad extraordinaria frente a la estética de los espacios. Carmen se educó en Europa, eso la convenció y afianzó sobre lo que quería hacer el resto de su vida, “comenzamos con mi hermana mayor un taller artesanal de cosas de casa, productos elaborados a mano, diferentes y de buena calidad. Tuvimos un almacén de muebles en el Quicentro y después incursionamos en muebles del mundo exterior, y hace diez años Didi y yo comenzamos a trabajar juntas, tenemos todo tipo de mobiliario para todo tipo de espacios. Didi es diseñadora industrial, amante de la cerámica y de todo trabajo manual -estudió en Europa- y sin duda su preparación es vital para la evolución de nuestro negocio.”
El crecimiento de La Maison Deco ha ido desde un taller textil, complementos para el hogar y la importación de mobiliario, fue ahí cuando llegó Dedon www.dedon.de a sus vidas y fue el factor diferenciador inigualable, “somos los primeros representantes de esa marca en Latinoamérica. Fue la primera mono marca en el país. Esto nos abrió la puerta para que otras marcas nos busquen para representarlas”, dice Didi, quien desde pequeña vivió junto a su mamá la pasión por los colores, las telas y los hilos, y quien sobre todo cuenta con un olfato y susceptibilidad especial hacia el arte. Uno de los proyectos que más las llena de orgullo es su trabajo en Galápagos para varios cruceros y hoteles, “es que para nosotras Galápagos tiene una conexión muy especial, mi papá fue el pionero en el turismo ahí -fundador de Metropolitan Touring- llevó el primer crucero e hizo los senderos por los que hasta hoy caminan los turistas.”
Proyectos como los de Philippe Starck o Marcel Wanders en el Oh! son algunos de los que llevan la marca de estas mujeres que viven con pasión el diseño. Todo lo que tocan cambia a través de la magia, del manejo del sentido común y del entorno amigable donde debe primar la estética. “Nosotros somos una especie de mediador y psicólogo para identificar qué quiere y qué le gusta al cliente, somos sinceras y siempre les mostramos el camino por donde deben ir. Ellos saben que nosotros no buscamos sólo vender, nosotros les asesoramos y cambiamos todos hasta que el cliente se sienta feliz, es un proceso que toma meses o años, y está bien, es la manera responsable de cómo se deben hacer las cosas,” enfatiza Didi, recalcando la importancia de involucrase mucho desde el comienzo, siendo sensibles con sus necesidades.
La búsqueda constante de nuevos retos hizo que hace unos años La Maison Deco encontrara un segmento interesante para oficinas, centros comerciales -lugares de alto tráfico- restaurantes, cafeterías y ahora, entidades educativas, “un nuevo mundo que estamos explorando de manera positiva, porque una vez más, nuestro denominador común es la entrega de productos diferentes, únicos y sin miedo a diferenciarnos. Nuevos conceptos con tecnologías diferentes. Siempre vamos a la Feria de Milán pero sabemos escoger lo que sorprende.”
La Maison Deco es una empresa sólo de mujeres, son una familia que crece sin discriminar, apoyándose e impulsándose entre ellas para seguir adelante. Es un equipo que prioriza contar entre su staff con madres solteras que son cabeza de hogar, con una sinergia que se siente con sólo pisar el showroom en YooCumbayá , la energía y esa calidez abraza, por eso su equipo las acompaña muchos años y siguen unidas a pesar del tiempo y las adversidades del país. Un motivo más de orgullo para seguir adelante.
“Nuestra reputación a nivel nacional e internacional es reconocida, no es fácil crear esa confianza y eso influye para que se abra el mercado hacia otras marcas importantes y exclusivas, y es que nos hemos enfocado en ofrecer el mejor producto con un nivel de calidad y diseño muy alto. Esto a la larga es una buena inversión y es el camino correcto”, dice Carmen, quien sabe que su decisión de traer la primera marca internacional al país -Dedon- que las cautivó desde el inicio por su calidad y productos diferentes, fue la correcta, “era algo nuevo en el mercado y sobre todo una empresa con un espíritu e historia de inspiración, la forma en que ellos soñaron con algo y lo lograron exitosamente.” Y así llegó una de las marcas más fantásticas de muebles de exterior del planeta, de pronto esa línea innovaba y rompía el mercado y revolucionó la mente de sus usuarios, “nadie la conocía, eran muebles de fibras de plástico reciclables, excepcionales y tejidas a mano artesanalmente durante horas. Introducir ese concepto no fue fácil pero no había nada igual aquí, tenemos en nuestras manos un mueble resistente a todo, con diseño y que nunca pierde su vigencia ni calidad. Para nosotros es clave ofrecer objetos diferentes y novedosos en todas sus facetas, con un respeto y compromiso indiscutible con el medio ambiente y con su política de trabajo y trato a hacia su gente. Cada vez que vamos a una fábrica y vivimos sus procesos de manufactura y manejo de materiales, salimos contentas porque sabemos que detrás de cada pieza hay una historia, hay una persona apasionada con lo que hace y que sobre todo, es valorada. Una responsabilidad social real y tangible”, explica Didi, quien recalca que es indispensable vender muebles que desde su concepción hasta el final, cuidan el respeto y la calidad por ser lo mejor en todos sus ámbitos. Eso es increíble.”
Paso a paso, La Maison Deco ha conseguido abrir un mercado que hoy valora estos aspectos que repercuten en la calidad de vida de las personas, transformándoles para bien y logrando devolver con calidez la paz y armonía en los lugares más importantes de su vida -casa, oficina, etc.-. “Es difícil introducir este tipo de marcas, sobre todo sino explicas al cliente que hay detrás de cada pieza, hay que darles ese respaldo. La gente nos conoce porque saben que tenemos productos de calidad y de diseño, y que a la larga es una inversión con la que te sientes tranquilo y satisfecho.” Ellas asesoran de principio a fin a sus clientes, siempre escuchan y conocen a cada uno de ellos para entender qué es lo que buscan. La confianza es esencial, “estamos abiertas y les invitamos a probar con colores, con texturas y formas, es lo que más nos gusta. Sabemos que al final del día un buen resultado para el cliente es un buen resultado para nosotros, porque se siente feliz.” Aquí no se vende por vender, no se llena los espacios de cosas que no son necesarias, en La Maison Deco no se trata de cantidad sino de calidad, satisfacción y bienestar.
Las marcas con las que trabajan las mantienen al día y en contacto con los diseñadores más importantes del mundo, “al tener nuestro showroom en YooCumbayá, un edificio de Uribe Schwarzkopf, tuvimos la oportunidad de tener aquí a Philippe Starck, algo maravilloso, y eso nos pasa siempre, compartimos en diferentes lugares del mundo, espacios con personalidades como Patricia Urquiola, Jean Nouvelle, que reconocen el trabajo que hacemos.” Esto es una parte de lo que hace esta empresa ecuatoriana, que poco a poco ha conseguido que nos regresen a ver como país, y así realizar proyectos interesantes, “eso nos apasiona.”
Quito, Guayaquil, Cuenca, Galápagos, Amazonía, son sólo algunas de las regiones y ciudades donde La Maison Deco aporta con sus productos, creando entornos amigables para casas, oficinas, hoteles, cruceros, clubs, colegios, centros comerciales, logrando que se transformen en el mejor espacio para cada uno. A la final, tener lugares agradables de acuerdo a los diversos estilo de vida y compartirlos con los que más queremos, es el propósito que todos buscamos.
Instagram: @lamaisondeco
Facebook: La Maison Deco
Showroom: YooCumbayá (Av. Pampite)
www.lamaisondeco.com.ec
“Siempre recomendamos que al comprar una pieza, ésta debe encantarte, no hay que hacerlo para resolver un problema temporal o por su precio. Una casa es un refugio y tienes que sentirte dichoso de disfrutar tus espacios, sino te vas a aburrir al mes.”