Blog Uribe Schwarzkopf

Labrador: Panadería de autor con estilo Europeo

Escrito por Uribe Schwarzkopf | 15 julio 2024

 

La ruta se marca cada mañana con un vapor humeante que seduce, que invita al  abrazo de una verdadera hogaza de pan. Y es que llegó el momento de envolverse en el aroma, acariciar nuestro paladar y despertar cada uno de nuestros sentidos; es el momento de Labrador.

Bajo la firme premisa de “lo natural es lo mejor” y “primero la calidad en los ingredientes y procesos”, inició una pasión que hizo que Fernanda Lamarie y Luis Alberto Padilla -esposos- hicieran una reconversión profesional -ella fotógrafa y él comunicador- para juntos hacer realidad uno de sus mayores sueños de vida, tener un negocio propio en lo que les encanta hacer, pan. A esta aventura se sumaron el hermano de Fernanda, Juan Pablo Lamarie y su tía María Eugenia Lamarie. Con mucha preparación formal en cómo convertirse en emprendedores y en la técnica de hacer panadería, incluso, luego de una pasantía en una panadería tradicional del tío de Luis, esta pareja arrancó con Labrador en septiembre del 2018, una panadería de autor de Masa Madre, ubicada en La Morita (Tumbaco), y sólo para entregas por pedidos, pero luego en marzo del 2019 se mudaron a La Primavera, lugar donde hasta hoy abren sus puertas y reciben a sus comensales cada día para crear como verdaderos alquimistas, el alimento que mueve al mundo, el pan, complementándolo con sus espectaculares galletas y masas de pizza, que cuentan con una bien ganada fama y que han convertido a este rincón, en un lugar imposible de perderse, para quienes tienen un paladar exquisito y saben distinguir y valorar una buena, grande y verdadera hogaza de pan.

Con cariño y con la capacidad de asombro intacta desde el primer día que empezaron con su panadería, Fernanda regresa a ver al pasado y nos cuenta con un brillo especial en su mirada y con buena música de fondo, la que nunca falta, como han evolucionado en un espacio que es hoy su hogar, y cómo han sabido transmitir ese ingrediente acogedor en cada uno de sus productos que va directo al paladar de sus clientes, que cada día son más y se contagian por el buen gusto y la alegría que significa morder el primer pedazo de pan de cada mañana o tarde. “El boca a boca es nuestra mejor publicidad, me encanta saber que en vez de regalar flores o un vino, nuestros clientes le regalan a esa persona especial, una hogaza de pan o unas galletas perfectamente horneadas”. Es así como Labrador empieza a formar parte de la mesa de cientos de quiteños que hoy son parte de su comunidad y que no se conforman con que se termine su producto favorito, siempre quieren más. “Por ahora este es el espacio que tenemos y ya nos queda pequeño, pero muy pronto habrá sorpresas, pues queremos brindarles todo lo que la gente quiere, como una buena taza de café con su baguette favorito o con nuestro pan de semillas o el de arándano y nueces o nuestro brioche -de masa madre-; y en épocas especiales, el Panetone navideño o nuestras guaguas Valdivias -guaguas de pan-.” Sabores excepcionales que se han convertido en los panes estrella de Labrador, pues remontan a sus comensales a esos rincones europeos donde el paladar se mima con un pan crocante por fuera y suave por dentro, una verdadera golosina.

 

Todo lo que se hace en esta panadería de autor es natural y sano, “jamás nos atreveríamos a usar algún ingrediente que no tenga todos los estándares de calidad que nosotros mismos nos exigimos. Harina ecológica, el poder ver como consumidor todo el proceso de creación de nuestros productos, la fermentación en frío -proceso que dura entre 18 a 24 horas- y nuestras recetas propias, garantizan un buen trato con el gusto de todos quienes prueban nuestros panes y no les sienta mal, es más digerible. Todo eso es parte fundamental de nuestro factor diferenciador, el que nos distingue entre la competencia, esa que es buena y nos hace mejorar cada día más.”

 

Cuatro cabezas, todos familia, hacen de Labrador un lugar acogedor donde todos hacen de todo, desde la producción hasta la venta, sólo las galletas cuentan con la mano exclusiva de Juan Pablo y Fernanda. Las masas se trabajan con antelación y todo se hornea antes de las seis de la mañana hasta medio día, y el resultado es un pan fresco y caliente que sale por tandas, y los clientes ya lo saben y lo buscan. “Nosotros no hacemos pan rápido, hacemos las cosas con tiempo y calidad, es pan de larga fermentación, es por eso que nos volcamos a la masa madre.”

 

Labrador es ya una panadería con tradición, con clientes fijos y nuevos que buscan explorar sus sentidos con lo mejor, por eso cada verano es el momento donde ellos sacan nuevas variedades y nacen nuevos sabores y fórmulas que dan como resultado su exquisita variedad, donde nunca falta el pan. “Aquí les damos la bienvenida y una sonrisa, queremos que todos se sientan acogidos y como en casa.”

 

uSpots: ¿Dónde les pueden ubicar?

Facebook: Labrador Panadería Artesanal 

Instagram: @panlabrador