La magia se siente desde que nos acercamos, un túnel que nos transporta, un aroma que nos hipnotiza. Como en “Las Mil y una Noches”, dejamos en el umbral cualquier barrera y con paso suave pero firme nos recibe una mujer sorprendente, con un alma clara que nos invita a ser parte de cada detalle e historia que se esconde puntada a puntada de manera sorprendente.
Un trabajo hecho completamente a mano que acaricia la vista y el tacto con solo encontrarnos con esas alfombras de Medio Oriente que cubren todos los rincones de Nomada´s Design.
Sirah Andrade es una de las socias de este lugar que ofrece más de lo que podemos entender. Son ya cuatro años desde que Juan Andrés Rodríguez, Sebastián Nicholls y Sirah se unieron para transformar los espacios sin importar ni el tiempo ni la época, porque no se trata de seguir una moda, sino de trascender, mezclarnos con las tradiciones que se han tejido a lo largo de muchas generaciones de una manera cálida, “en este mundo, mientras más antigua sea la alfombra, más valiosa es, y hay que saber distinguirlas”, explica Sirah, recordándonos que tras su negocio hay vidas, hay leyendas, hay historias fantásticas y también dolorosas que nos muestran la realidad de culturas tan ajenas a la nuestra, pero que nos tocan, porque en Nomad´s Design nos quitan el velo para poder revelar otras latitudes y mirarlos de verdad.
La alfombras de Nomada´s Design vienen de Turquía, Afganistán, Paquistán, Irán y Marruecos, tienen algunas de Guano, pero su fortaleza está en los productos de Medio Oriente y los confeccionados solamente a mano siempre, “este es un negocio en extinción pero es en lo que creemos desde el día uno, cuando Juan Andrés se fue por dos años a Afganistán y conoció a varios artesanos, esos que son el primer eslabón en la cadena de comercialización de alfombras.
Empezamos en la bodega de su casa, llevando amigos para que miren lo que había y compren las alfombras”.
Una variedad de kilims envuelve esta cueva encantadora, éstas son alfombras artesanales “con una virtud hermosa, no tienen tiempo ni limitación de espacio, se ven bien siempre. Pueden estar en salas elegantes o en haciendas rústicas, tienen una flexibilidad envidiable y unos colores espectaculares que nacen de tinturas vegetales, minerales, frutas y raíces, es por eso que con el tiempo pueden llegar a bajar de tono, sin embargo, las alfombras antiguas con tonos bajos no pierden su encanto”, dice Sirah, que recomienda que si a una de estas alfombras les da el sol directamente, es bueno jugar cambiándola de lado cada tanto, para que todo esté expuesto de igual manera. Pero lo más importante es “aceptar lo que la alfombra trae, es parte de la vida, ellas pueden tener cicatrices como las tenemos los seres humanos”.
El mercado es muy amplio no hay límite de edad, “tengo clientes muy jóvenes que empiezan su independencia, hasta personas mayores con toda una trayectoria de vida, pues como dice un gremio: siempre hay espacio para una más”. Y es que una alfombra es un elemento decorativo que encanta, que abriga, que trae memorias, “la gente entra aquí y dice: así era la alfombra de mi mamá, de mi abuelita cuando yo era pequeña, porque una alfombra trae indudablemente recuerdos tuyos o ajenos, tienen tanta historia, tantos cuentos que decir guardados entre sus hilos, que llega al alma”. Las alfombras son una obra de arte, son los cuadros del piso.
Muchos de los artesanos que trabajan las alfombras en Medio Oriente son mujeres y su condición de prohibición en muchos aspectos espeluzna, “ellas no pueden salir a la calle solas, siempre deben hacerlo acompañadas por algún hombre, no pueden hablarle si él no lo hace primero.
Para aquellas que se dedican a esto, su rol es tejer, es así que mientras están frente al tejido ellas están en su zona de libertad, nadie se entromete porque eso es lo que tienen que hacer, y de ahí surge todo esto, es su manera de expresarse a través del tejido, de contar sus historias, de comunicarse con el mundo”, dice Sirah, conmovida por un oficio que es un arte y que permite a estas maravillosas mujeres, contar lo que sienten en cada puntada. Son mujeres que mientras más limitadas y sin voz estén, es mejor y ellas, con sus manos logran expresarse de manera extraordinaria, hablan de su realidad, de la guerra, se desahogan, meditan, lloran o ríen, pero hablan y piden que las regresemos a ver. “Yo recibo con honra y mucha gratitud todo lo que ha sucedido para que esto llegue aquí.
Aquí hay vida, yo cada mañana entro y saludo con cada una de las alfombras, sin gritos, con respeto por lo que significan. En cada alfombra hay tiempo invertido, hay emociones, hay pensamientos, ideas y descarga”.
En cada viaje que realizan estos tres socios a Medio Oriente, recorren ciudades y pueblos remotos, no los conocidos, así encuentran comunidades que mantienen u tradición de trabajar las alfombras de manera artesanal. Actualmente, nos cuenta esta psicóloga clínica, están explorando expandir su negocio a otros países, pero es algo que necesita ser bien pensado y sentido, porque no quieren perder el espíritu central de su negocio, “yo soy muy versátil como los kilims, puedo hacer varias cosas, soy un alma libre y así actúo en todo lo que hago. A lo largo de mi vida he leído señales, tomando cosas y me embarco. Así llegué a las alfombras, me preparé y aquí me quedé. Ahora parezco la suegra, entro a una casa y sé exactamente si sus alfombras están hecha a mano o no, las valoro, te dan temperatura cálida y de historias”.
Una energía especial se siente en este lugar, cada alfombra tiene su alma y sin duda una de éstas te escogerá, y esto se logra gracias a la misión de vida de Sirah que comulga con este negocio, “yo quiero internamente estar lo más limpiecita posible, para comunicarme con otros y dejarles una semilla bonita y así recibir lo mismo con el fin de sumar. Y eso practico con mis proveedores de Medio Oriente, la que hace el contacto y negociación soy yo y ellos son hombres, en ese espacio mi voz es escuchada. Yo soy devota de los seres humanos y en especial de las mujeres, y hablo con ellos de manera sutil para suavizarlos y lograr resultados hermosos que ayude en algo al equilibrio dentro de su realidad”.
Instagram: NOMADA´S DESIGN ECUADOR
Tienda: El Potrero, Cumbayá