Un recorrido de 13 años, donde la belleza es la protagonista en cada paso que da Ana Carolina Eljuri, fundadora de Setara. Una mujer sorprendente, que todo lo transforma de una manera sublime en algo hermoso. Así es como ella concibe la vida, con optimismo y apostando por la gente que hace cosas buenas, que deja lo mejor de sí, que sana. Ella se rodea y alimenta de esa energía que ilumina, y eso no solo lo transmite en lo que dice, sino sobre todo, en lo que hace: Setara.
El producto final, lo tangible, son creaciones fantásticas que visten hogares, oficinas, estudios, espacios con alma que se marcan y envuelven con una calidez increíble. Una vela encendida sin duda acoge, un aroma sutil, permite respirar, escuchar, mirar de verdad al otro y concentrarse en lo que realmente importa, el bienestar de uno mismo, que cuando se equilibra, permite ver al mundo con otros ojos, deja descubrir que siempre hay algo más para entender que cada nuevo día es una nueva oportunidad para aprender. Eso es lo que Setara nos regala, un bálsamo para seguir adelante, para afianzar una mejor calidad de vida.
Con el tiempo su marca se ha adaptado a los escenarios que nos plantea la realidad, “a mi siempre me han gustado las cosas lindas. Mi papá era un gran coleccionista y él nos enseñó a fijarnos en los detalles. Cualquier pieza que nos mostraba, hacía énfasis en el trabajo minucioso del artesano que lo creaba. Además crear está en mi ADN por el lado de mi mamá.” En Ópalo -tienda de la cual también es fundadora- Ana Carolina sentía la necesidad de tener regalos bonitos, “siempre quise diseñar velas, las velas caen bien a todo el mundo, son para celebrar, para acompañar, para todo.” Pero la vela que planteaba Ana Carolina, si bien se basó en el concepto de una bubble candle, su esencia es distinta, trabajó mucho en su estética con profesionales expertos, “porque hasta en lo espontáneo tiene que haber orden. La naturaleza es libre, pero dentro de eso, hay un orden.” Así nace la primera edición de sus velas, con una forma definida, con sus colores característicos. Comenzó el recorrido por encontrar el nombre perfecto: Setara. “Primero busqué en la cultura asiática, pero no funcionó, y así llegué a una gran amiga de la India, le conté mi necesidad de encontrar una palabra que signifique plenitud, alegría, luz y de inmediato me dijo: destello (en hindú), yo le hice una variación para poder escribirlo en español, y así salió nuestro nombre: Setara. Me encantó, porque describe exactamente lo que es, un destello de luz que ilumina tus sentidos. Es la vela.” Y todo comenzó a fluir, nació el logo basado en el concepto de bienestar y calidad de vida que busca transmitir, con el soporte de un trabajo en equipo, con expertos en cada área.
De la comunicación al diseño, una línea muy fina en la que Ana Carolina siempre ha transitado, desde sus primero pasos por la televisión -edición y ventas- hasta el día de hoy -si bien no es diseñadora, estudió edición de televisión- todo en su camino ha surgido por necesidad y porque siempre ha estado rodeada de cosas bellas. Su relación con el fuego describe perfectamente su oficio, “el fuego es hipnotizante. Estar sentada frente a una chimenea o llegar a una casa y ver una vela prendida, te transmite una sensación de calidez, es entender que hay alguien atrás de eso a quien le importa tu presencia, el lugar. Es lindo, me encantan las velas y los aromas, por eso sacamos el difusor, es una maravilla.”
Este es el resultado de un trabajo hecho con pasión y que además tiene destellos de suerte, “hay veces que nos llega una inspiración y logras acceder a un diseño que te resuena, y la vela resonó, tuvo la melodía correcta. Es una armonía que conecta con otras personas.” Y es que estar rodeado de cosas lindas, mejora la salud mental, al igual que el orden y la limpieza, el sentir que un espacio está arreglado, huele bien, tiene flores o hay una vela encendida, significa bienestar, “me hace pensar que ahí hay alguien que cuida el ambiente y eso es sinónimo de vida.” Ana Carolina vive a través de una “oficina itinerante”, ella necesita del cambio constante para crear. Un día está en casa, en el escritorio, otro en el jardín, hay momentos que sale a un parque, a la naturaleza e incluso en el baño de su casa, “donde haya un lugar que me llame la atención y una silla, puedo hacer oficina, pero tiene que haber cosas lindas.” La libertad es clave y eso se siente al conversar con esta gran mujer, quien crea constantemente, hace objetos con prueba y error para ver que funciona y que conecta con la gente, “cuando veo que las personas buscan una vela Setara, ya sea para ellas o para regalar, y expresan su alegría al tocarla, me hacen vibrar, es para mi la forma de pago más maravillosa que recibo.” Es lo que resuena en las otras personas, lo que la llena de satisfacción.
A nivel mundial hay una cortina de pesadez y pesimismo que cubre todo, es ahí donde seres humanos como Ana Carolina aparecen y despejan la neblina con un solo susurro, porque ella sabe que aunque muchas cosas no estén bien, siempre habrá gente que haga muchísimas cosas positivas, “da tristeza lo que ocurre en el planeta, pero yo tengo la esperanza en ese movimiento de personas que está haciendo cosas mejores. Tenemos la obligación de rescatar eso y de hablar de lo bueno que hay. Existe empatía y armonía por el otro”. Es por eso que ella apuesta por cuidar los ambientes, los espacios que nos rodean, porque eso ayuda y acaricia el alma y la mente, logrando una armonía que construye a través de cosas bonitas, mirando todo con diferentes perspectivas.
Setara crece, es una línea que se enrumba hacia más productos de hogar y que marca paso a paso los espacios de todos quienes tenemos la suerte de encontrarnos.
www.opalo-ecuador.com
Instagram: @setara_candles
“Mi cerebro funciona bien cuando pienso cómo puedo mejorar algo, hacerlo diferente y más lindo.”