El estudio de arquitectura danés Bjarke Ingels Group (BIG) ha proyecto sus obras en todo el mundo, desde el Via 57 West en Nueva York hasta el IQON en Quito. A lo largo de su catálogo, el equipo ha demostrado coraje frente a las grandes aventuras de la construcción. Ahora, suma a esa gran lista el alojamiento Biosphere (o Biósfera en español).
Fue construido por BIG en el bosque de la localidad sueca de Harads. Es todo un ejemplo de diseño que destila hygge, una palabra danesa que significa una sensación de refugio y tranquilidad doméstica.
Sentarse frente al fuego en una noche helada mientras se bebe chocolate caliente y se acaricia a nuestro perro es un ejemplo de hygge, un concepto que no se traduce a ningún otro idioma.
BIG no se ha alejado de sus raíces escandinavas, que se reconocen por la sencillez, la elegancia y el bienestar. Por eso, Biosphere tiene mucho hygge.
Es un alojamiento suspendido entre los árboles que está rodeado por 350 pajareras. Fue creada con la colaboración del ornitólogo Ulf Öhman. Responde a la baja en la población de aves en la localidad.
Biosfera forma parte del Treehotel, un hospedaje sueco que está 50 kilómetros al sur del círculo polar ártico. Cada una de las habitaciones del Treehotel son únicas, desde el Nido hasta el misterioso Cubo hechos de espejos que reflejan las ramas del bosque.
El prodigioso diseño de Biosphere
El equipo de diseño de BIG, concibió la Biosfera para que resista los intensos climas de la región. Las marcadas estaciones requieren un diseño compacto y materiales de construcción locales y resistentes como piedra y madera.
En su interior, la Biosfera es simple y pragmática. Se accede a ella a través de un puente suspendido que lleva a la copa de los árboles.
El interior de la habitación incorpora materiales oscuros y superficies orgánicas que se camuflan con el exterior. Esta sobriedad dirige la mirada hacia los 360 grados de paisaje que rodean a los habitantes.
Los visitantes tienen acceso a una terraza en la azotea, cerca de las copas de los árboles, que ofrece una impresionante vista del bosque. Al variar el tamaño de los nidos de pájaros y ampliarlos hacia el exterior se consigue que el espacio reciba abundante luz.
Uno de los principios en la conceptualización de la Biosfera fue acercar el exterior al interior.
Su fachada de cuadros alternados dirige la mirada de los visitantes hacia el bosque. Permite tener una serie de ambientes en un espacio relativamente pequeño. Las experiencias que ofrecen estos espacios giran alrededor de la belleza natural del entorno.
Al envolver la Biosfera de un hábitat ecológico, sus visitantes pueden experimentar el despliegue de la naturaleza desde su interior. En palabras de los arquitectos de BIG: “Rodeados por el sutil canto de los pájaros, los huéspedes disfrutan de una experiencia íntima y envolvente de la naturaleza”.