El contacto con la naturaleza nos hace bien, está demostrado. Vivir en una ciudad no significa que no podamos estar cerca de las plantas, las flores y el verdor, y todo los efectos positivos que tienen en nuestra vida. Todos podemos tener un huerto urbano, incluso en espacios donde no los imaginarías, como un departamento o casa pequeña.
Los huertos urbanos son una tendencia que ha llamado mucho la atención en los últimos años, conforme la vida urbana gana espacio.
Estos oasis ecológicos permiten cultivar diferentes frutas, verduras y hortalizas en nuestro hogar, aprender sobre botánica y entretenernos al ritmo lento de la naturaleza. A continuación unos consejos para empezar esta aventura:
Elegir el lugar
Lo primero que debemos hacer antes de empezar con nuestro huerto en casa es encontrar el espacio que le vamos a dar.
Esta decisión es muy importante y podría ser la diferencia entre el éxito y el fracaso de nuestro proyecto. Para ello debemos tener en cuenta algunas consideraciones.
Dependiendo del espacio que tenemos podemos montar dos tipos de huerto:
- Horizontal: con macetas colocadas una al lado de otra, como si se tratara de plantas ornamentales o flores.
- Vertical: en distintos pisos. Esta modalidad de huerto, además de ahorrar espacio, te permitirá trabajar con mayor comodidad.
Cuando hayamos escogido un tipo de huerto, el lugar que le asignamos debe recibir abundante luz solar. Dependiendo de lo que sembremos, vamos a necesitar más o menos exposición al sol. La luz no tiene que caer, necesariamente, sobre las plantas pero el lugar no puede ser oscuro.
Otro aspecto importante es tener una toma de agua cercana. Esto no es indispensable pero nos ahorrará tiempo y molestias a la hora de regar las plantas.
También hay que tener en cuenta el drenaje de nuestro huerto casero. Debemos canalizar el agua sobrante hacia un desagüe o salida de agua.
Si nuestro huerto urbano está en un espacio interior, podemos compensar la ausencia de desagües con bandejas que recojan el agua de riego sobrante.
Recuerda que el lugar en el que pongas tu huerto se ensuciará por los trasplantes, las podas y los riegos. Ten en cuenta esto e intenta delimitar el espacio con tiestos o esteras.
¿Dónde crecerán tus plantas?
Lo siguiente es elegir el material que más convenga para construir el soporte o las macetas de nuestras plantas.
Si vamos a cultivar en macetas estás deben tener entre 7 y 15 centímetros de profundidad para favorecer el correcto crecimiento de las raíces.
La naturaleza crece en los lugares más insospechados. Así que no tengas miedo de ser creativo en esta parte de la operación. Podemos reciclar plásticos, tiestos viejos o cualquier recipiente inutilizado.
Elegir las plantas
Para los principiantes lo mejor es empezar con plantas que tengan un ciclo de crecimiento corto y que se puedan cultivar todo el año.
Algunas de las plantas más fáciles de cosechar son los tomates, las cebollas, las zanahorias, los pimientos, el brócoli, las espinacas y algunas plantas aromáticas.
Para los detalles de cada tipo de sembrío puedes consultar en internet o a quien te venda las semillas.
Combina distintos tipos de plantas: aromáticas, flores, hortalizas y verduras. Algunas de ellas son repelentes naturales de plagas y hongos que perjudican a tu huerto.
Elegir la tierra
La tierra más conveniente es la que encuentras en cualquier campo labrado.
Si no tiene los nutrientes necesarios puedes mezclarla con sustrato para plantas, que encontramos en cualquier floristería o tienda de bricolaje.
Estos son los pasos iniciales para cualquier huerto urbano. Lo importante es empezar a darle un espacio y un tiempo a nuestro sembrío.
Después podemos ir aprendiendo más hasta volvernos expertos. Si esta no es nuestra meta igual podemos inspirarnos en cada paso. Como dicen los arquitectos Selgascano: “Lo hermoso de la naturaleza es su complejidad absoluta".
