La vida laboral de las personas ha cambiado mucho en la última década. Algunas cosas que hoy nos parecen la norma hace tan solo diez —o tres— años quizás habrían parecido imposibles o fantasiosas. Una de ellas, es el coworking.
Profesiones como la publicidad, la administración, la contabilidad, la redacción y la programación estaban unidas de manera inseparable a la oficina. Carreras enteras giraban alrededor de este espacio en el que los cubículos, las salas de reuniones y las tazas de café acompañaban las tareas diarias.
Hoy, muchas empresas están reduciendo el tamaño de sus oficinas o las están cerrando definitivamente. El aumento del nomadismo digital, el trabajo autónomo o el emprendimiento, exigen nuevos lugares para contener toda esta actividad, pensamiento y creatividad.
Te contamos cuatro ventajas del coworking, una de las opciones que ha reemplazado a los tradicionales espacios laborales.
Pero primero y aunque cada vez tienen más usuarios y promotores vale la pena preguntarse:
El término coworking hace referencia a un espacio de trabajo compartido donde varias empresas y profesionales llevan a cabo su actividad. Es una palabra en inglés que se podría traducir como “cotrabajo”.
El concepto surgió alrededor del 2005 cuando se empezaron a crear estos espacios. El objetivo del coworking es compartir costes, comunicar conocimientos y generar colaboraciones. Empezó como una opción para empresas pequeñas, startups y profesionales independientes.
Hoy es cada vez más común encontrar que, incluso departamentos o divisiones de grandes empresas, lo utilizan.
Este modelo ofrece algunas ventajas que van más allá de la reducción de gastos. A continuación te contamos algunas.
El aislamiento es uno de los principales retos que enfrentan quienes trabajan de forma remota.
En países como Estados Unidos, dónde el trabajo autónomo está mucho más normalizado, incluso se habla de una “epidemia de soledad''. Según el doctor Vivek Murthy, la soledad no solo es un problema social. Es un problema de salud asociado con una reducción en la calidad de vida.
Los espacios de coworking ofrecen una respuesta a esta situación pues permiten que las personas trabajen acompañadas. Las dinámicas propias de estos espacios promueven la socialización. En algunos casos, generan ambientes más agradables que las oficinas tradicionales, porque se elimina la sensación de competencia y los intereses encontrados.
Socializar es importante para nuestro bienestar pero también es necesario para impulsar nuestra carrera.
Muchos avances profesionales ocurren por conocer a la persona correcta, escuchar la conversación adecuada o tomarse una cerveza con un amigo bien informado.
Los coworkings aceleran la socialización profesional porque acercan a distintos trabajadores, industrias y emprendimientos. Además, algunos espacios de coworking organizan eventos de networking, talleres y otras actividades que invitan a colaborar, desarrollar negocios y crecer profesionalmente.
Para un emprendimiento, sobre todo si es nuevo, es necesario superar la barrera de desconocimiento que enfrentan en sus primeros años.
Una de las ventajas del coworking es que le da visibilidad a los negocios y proyectos.
Por ejemplo, para una diseñadora que trabaja rodeada de medios digitales, startups de tecnología y otras empresas en crecimiento será más fácil conseguir proyectos que para quien trabaja en aislamiento. Quienes hoy son tus coworkers mañana podrán ser tus clientes o tus empleadores.
Según el estudio Nuevas formas de trabajar, la flexibilidad es una de las necesidades más importantes para los profesionales contemporáneos. Los espacios de coworking ofrecen flexibilidad en dos sentidos: horarios y alquiler.
A diferencia de las oficinas tradicionales, en los coworkings no hay ataduras a horarios.
La puerta está abierta para quien prefiere trabajar largas jornadas o para quien concentra su trabajo en un par de horas por la mañana. Incluso, hay coworkings que abren las 24 horas.
La otra forma de flexibilidad es en relación al alquiler. Mientras que la mayoría de oficinas tienen contratos de arrendamiento que suelen ser de al menos un año, en los coworking hay diferentes formas de membresía que, por lo general, empiezan con un mes de servicio. Además, estos espacios suelen estar ubicados en barrios dinámicos e interesantes.
En Uribe Schwarzkopf sabemos que los espacios afectan la manera de pensar, sentir y vivir de las personas. Por este motivo nos interesa pensar en estas nuevas formas de producir y de crear.
Con esto en mente, hemos emprendido diferentes iniciativas de apoyo a la cultura y la economía creativa que incluyen la creación de espacios de coworking y procesos de dinamización urbana.