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Descubre Objekt1: muebles y accesorios con sello de calidad ecuatoriana

Escrito por Uribe Schwarzkopf | 27 abril 2021

Dos socios, dos grandes profesionales, dos increíbles seres humanos que unieron su talento hace unos años para dar vida a un proyecto que rompe esquemas, donde la pasión por lo que hacen se siente en cada detalle. Sin duda, le dan valor y calidad de vida a las personas que apuestan por estos innovadores diseños.

Un paso a la vez, “comenzamos haciendo cosas chiquitas, una maceta fue nuestro primer producto. Queríamos hacer cosas no modulares ni estáticas, nada de trabajo en serie”. Alejandra Arellano, Arquitecta y David Intriago, Diseñador Industrial, tomaron la decisión de dar vida a cada uno de los proyectos en los que se involucrarían.

 

 

 

“Todo empezó con una maceta”, dice Alejandra quien destaca el trabajo que David desarrolló en la misma, pues fue quien diseñó las patas de las macetas, “la idea nunca fue tener una tienda, queríamos hacer accesorios y venderlos por internet”, dice David, quien dio un giro a su oficio como director de arte para cine y publicidad, “luego hicimos mesas de centro pequeñas, estanterías, bufeteras y entendimos que uniendo fuerzas podíamos hacer cosas más grandes y listo, esto será una tienda”, así nace Objekt1, un proyecto con marca nacional que se maneja en el margen de 3 pilares esenciales: producción local, diseño y accesibilidad.

Objekt1 abrió sus puerta al talento ecuatoriano, con el fin de enriquecer sus diseños por medio de varios puntos de vista y lenguajes, querían plasmar los sueños de otros a través de su trabajo, “incorporamos a diversos profesionales para tener distintas visiones, ideas y gustos, así diversificamos nuestro catálogo de trabajo”, señala David, quien cree firmemente en que todos deben tener acceso al diseño bien hecho, esto genera el crecimiento de la industria y como resultado final, crece el país.

Alejandra Arellano
 

 

Estos socios están convencidos que todo es posible hacer en Ecuador, “luego de un viaje al Asia que hicimos en el 2019, nos dimos cuenta que acá no solo hay talento, sino que la calidad es insuperable, sabíamos que teníamos que hacerlo y lo hicimos”, dice Alejandra. Seguros de que el reto era justamente ese, no vender lo ya hecho, sino movilizar toda la maquinaria que está atrás de un mueble, desde su concepción, diseño, elaboración y entrega final. “Es nuestro estímulo cada día. Aprendemos mucho para mejorar los procesos existente y buscar la eficiencia en cada detalle para implementarlo en nuestro trabajo”.

El diseño, su segundo eje, hace que Objekt1 se destaque en el mercado, y en un corto tiempo ha ido ganando buena fama, debido a su calidad y su visión global, pero con estilo propio. “México fue un ejemplo para nosotros, tiene una industria fascinante y tiene una potencia de diseño genial, es digno de replicar y fue ese el impulso que nos hizo focalizarnos, para hacer del diseño ecuatoriano un producto para los ecuatorianos, eso es lo fantástico y dimos el gran paso”, dice David, quien recuerda con nostalgia que estaban a punto de abrir su showroom, cuando el 16 de marzo del 2020 empezó la cuarentena debido a la pandemia mundial por el COVID-19. Sin embargo esto no los detuvo, su fuerza, velocidad y determinación los hizo explorar nuevos espacios para mostrar al mundo su trabajo, lo que estaban a punto de iniciar: Objekt1.

 

Las redes sociales fueron sus aliados, se lanzaron con 2 fotos vía Instagram el 13 de mayo del 2020, y para julio estaban listos con su tienda física para mostrar todos sus diseños y recibir a clientes que se enamoraron de la marca ni bien la conocieron. Y no solo por la calidad, originalidad y versatilidad de sus diseños, sino por su tercer pilar, la accesibilidad. Diseño creativo y funcional al alcance de todos, “para los nuevos matrimonios, parejas, amigos, el que se acaba de independizar de la casa de sus papás, y que pueda crear su propio espacio con muebles que no sean heredados, sino propios, que te encanten y que no tengas que endeudarte tanto”, enfatiza David, recalcando que en Objekt1 es posible tener cosas de diseño, con materiales de calidad y a un valor menor que en la mayoría de tiendas de su especie.

“Nuestro trabajo está garantizado y es exclusivo, porque sus productos cobran vida a través de la mano de obra artesanal, no es un robot. Cada pieza es única y tiene su marca”, dice Alejandra, orgullosa al ver sus creaciones envueltas en un aura que lleva su huella, sin duda son piezas únicas, con historia, irrepetibles. “Este es nuestro valor agregado. Tenemos un muy amplio catálogo y nuestros clientes tienen la opción de elegir los acabados finales de su mueble o accesorios. Además siempre estamos dispuestos a asesorarlos, si así lo necesitan, por medio de diversas opciones de DesignBook”.

David Intriago
 

 

No solo es cuestión de mantener la armonía en los diferentes espacios en los que nos desarrollamos día a día, el diseño es un elemento vital para poder dar lo mejor de nosotros. Eso es lo que ofrece Ojeckt1, “nuestro estilo es muy marcado, muy definido y el diseño es eso, es con lo que tu te identificas como persona. Es tu espacio, un reflejo claro de tu personalidad”, dice Alejandra.

Esta filosofía de siempre probar lo nuevo, de cambiar, ha hecho que Objekt1 trascienda con su trabajo en proyectos como Aquarela, donde la arquitectura y el diseño de primer nivel, se conjugan con la naturaleza, y recoge talentos de diversas disciplinas que dibujan historias en un mismo lugar.

 

A veces regresamos a ver fuera de nuestras fronteras para seguir tendencias e ideas de vanguardia que nos permitan no solo tener un lugar ajustado a nuestros gustos, sino y sobre todo, a nuestras necesidades y funcionalidades, con el fin de ser más efectivos y eficientes.

El país puede ser un referente en esta industria y eso lo saben Alejandra y David. Para ellos no hay límites, seguirán creciendo y su proyección a corto y mediano plazo es abrir más tiendas no solo en Quito, sino en Guayaquil y Cuenca. Seguro así será, porque el Ecuador está listo para experimentar con diseños innovadores, reconociendo el trabajo internacional pero sin ser espectadores, sino partícipes y porque no, protagonistas de esa evolución.