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Grandes ciudades, grandes edificios: ¿por qué muchas metrópolis apuestan por el crecimiento vertical?

Las metrópolis tienden, cada vez más a construir y apostar por el crecimiento vertical a través de edificios.

Por Uribe Schwarzkopf el 01 febrero 2022

El Burj Khalifa es el edificio más alto del mundo y está en Dubai. Mide casi un kilómetro, tiene 163 pisos y, en algún momento, llegó a emplear a 12 mil personas. Otros edificios de estas proporciones se encuentran en ciudades como Shangai, Seúl y Nueva York. Las metrópolis cuyos cielos son dominados por estas megaconstrucciones también son de las más prósperas del mundo. 

Desde que el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre salió de Quito, sus edificios también han crecido mucho. Iqon, de Uribe Schwarzkopf, pronto será el más alto de la ciudad. Su arquitecto, Bjarke Ingels, dice que se le podrá considerar como uno de los más altos del mundo ya que está a casi tres kilómetros sobre el nivel del mar. Desde este monumental edificio se podrá ver el contorno del volcán Pichincha, las iglesias del centro histórico y todo el norte de la ciudad.  

Uribe Schwarzkopf -edificios-crecimiento-vertical-ciudad

descubre Iqon

 

Pero los edificios altos tienen otras ventajas más allá de sus preciosas vistas. El crecimiento vertical de las ciudades tiene un efecto positivo en el desarrollo sostenible y en la calidad de vida de sus habitantes. El mundo cada vez está más poblado, cada vez vivimos más años y cada día necesitamos más servicios para satisfacer nuestras necesidades. Esto presiona a los recursos naturales y causa problemas que debemos abordar de inmediato.

La humanidad se está volviendo urbana. Se calcula que en los próximos 30 años tres de cada cuatro personas vivirán en ciudades. La expansión horizontal de las ciudades tiene un límite y las personas son empujadas a construir sus viviendas en sitios más lejanos e inadecuados. Esto acaba con las áreas verdes, aumenta el tráfico citadino, causa una enorme presión sobre los servicios, dispara el precio de la tierra y dificulta que las personas desarrollemos un sentido de comunidad

Un edificio en el que, cómodamente, viven veinte familias ahorra, en metros cuadrados, el espacio que ocuparían 20 construcciones. Cuando una ciudad en crecimiento no tiene espacio, debe talar más bosques, contaminar más ríos y sacrificar terrenos agrícolas que producen alimentos. Además, la expansión indiscriminada de las urbes crea selvas de cemento en las que se puede caminar por muchas cuadras sin encontrar un espacio verde.

Esto genera lo que se conoce como efecto de isla de calor urbana. En este escenario, la falta de vegetación y el exceso de materiales como el concreto generan un aumento de la temperatura en las ciudades. Habitar las ciudades que se expanden horizontalmente es aumentar la mancha urbana, devastando bosques y haciendo que nuestra calidad de vida sufra. Por eso, el crecimiento hacia arriba es importante. 

Una ciudad extendida a lo largo de cientos de kilómetros cuadrados no puede satisfacer las necesidades de todas las personas que la habitan. Hospitales, escuelas, centros comerciales y transporte público no pueden distribuirse a lo largo de un territorio tan amplio. Esto hace que el tráfico colapse y que las oportunidades se distribuyen de una manera desigual.  

Las ciudades verticales, por el contrario, están mejor pensadas. Permiten qué sus habitantes estén cerca de los servicios que necesitan sin ocupar más espacio. Además, consumen menos agua y materiales de construcción. Está comprobado que son más sustentables. Considerando que uno de los motivos para tener casa es dejar un patrimonio a nuestros hijos y nietos deberíamos tener la misma preocupación sobre el planeta tierra que les heredamos.

Para que las ciudades puedan crecer verticalmente es necesario que las personas se sientan completamente cómodas al vivir en edificios. La sostenibilidad, la comunidad, el entretenimiento y la comunidad son aspectos que deben ser integrados en cualquier proyecto inmobiliario que quiera tocar el cielo. Los amenities en los edificios de Uribe Schwarzkopf tienen en cuenta este aspecto indispensable. 

Uribe Schwarzkopf - ciudades verticales

 

 

En Uribe Schwarzkopf dedicamos nuestra labor a construir puentes hacia el futuro a través de proyectos que son inversiones seguras para nuestros clientes. Pensamos en un Quito que va siempre hacia arriba y hacia el futuro. Queremos ser parte de su historia.

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