Blog Uribe Schwarzkopf

José Miguel Ayala: la belleza de la anamorfosis

Escrito por Uribe Schwarzkopf | 25 septiembre 2020

En medio de la ciudad, en uno de sus puntos más estratégicos, descubrimos un espacio que impacta. Se abren las puertas de UNIQUE, un proyecto donde todos los elementos que lo componen hacen que su silueta sea un hito arquitectónico en Quito, pues sin duda es uno de los edificios de mayor presencia formal de la urbe.

Das un paso y ya dentro de él, guarda celosamente piezas de arte que te envuelven y llevan hacia a un lugar mágico, donde la expresión del ser se revela en su arquitectura y en cada uno de sus detalles. Ava Gardner es la protagonista en tercera dimensión, (una mezcla de dos dimensiones en volumen) ella te recibe sin contemplaciones, transportándote hacia épocas de luz, provocando un sonrisa de manera inmediata en quien la ve.

 

 

El responsable es el artista ecuatoriano, José Miguel Ayala Valdivieso, quien en colaboración con el pintor y escultor quiteño, Daniel Espinosa Ponce, dieron vida a una obra de arte que los sorprendió a ambos, para bien. Concibieron el proyecto a través de la anamorfosis, una técnica complicada que asombra, pero que de la mano de la concepción espacial que da la arquitectura, ayuda y mucho.

De primera vista se conciben formas con representaciones distorsionadas de la realidad sobre una superficie plana o quizá curva, pero que cobra sentido cuando se miran desde cierto punto de vista. Esta obra hecha en acrílico sobre madera, provoca diversas reacciones en quien la ve, y de eso se trata el arte, de generar reacciones, de sentirte vivo frente a la creación, de encontrar la belleza en los rincones menos esperados.

Ayala es arquitecto, describe su profesión como un oficio interesante, porque visualiza y proyecta para luego construir, “es una tarea enriquecedora y a la vez, creativa”. Es bastante sencillo conciliar sus dos actividades favoritas, el arte y la arquitectura, pues para él tienen mucho en común, “llevo seis años en Uribe Schwarzkopf, firma que trabaja con diseñadores y arquitectos nacionales e internacionales de primera línea, como Carlos Zapata, que realiza un trabajo plástico impecable. Un referente de la arquitectura moderna actual a nivel mundial”.

Su trayectoria como artista lo ha llevado a exponer en la FIAC de París y en varias ciudades del Ecuador, muchas de sus obras reflejan la influencia del artista austriaco Gustav Klimt y del ecuatoriano, Camilo Egas, a quienes siempre ha admirado. En sus trazos se siente el peso en lo lúdico, el juego como expresión y experimentación, lo que lo ayuda a descubrirse en cada proyecto, “cada obra representa un reto distinto, pero interesante porque siempre llega el momento de solucionar, de crear”.

 

José Miguel mira fijamente su obra y sabe que quiere por siempre, continuar expresando ideas que posean valores consecuentes con sus pensamientos. “Ahora trabajo en geometrías y volúmenes, una mezcla de texturas artesanales que tiene como parte del proceso creativo, una búsqueda de coherencia entre valores estéticos, técnicos, de oficio e incluso personales”.