En el LabUS -Laboratorio Urbano Sostenible- las cosas siempre se toman en serio, prueba de esto es Qishr, un rincón que se destaca en plena ciudad y que de la mano de José Valarezo, su dueño, un ingeniero comercial, chef y especialista en cócteles, rompe con los lugares y sabores establecidos, para explorar una ruta diferente a lo existente. José, como buen hijo y nieto de lojanos es amante del buen café, lo que lo llevó a investigarlo y dar un paso firme hacia un emprendimiento que hoy por hoy avanza seguro, y que a cortísimo plazo contará con un local propio, multiplicará los coches de café y en tres años más, exportará su bebida a otros países, pronto llegará su momento.
En el 2018 apostó y su proyecto participó en ‘Prendho’, centro de innovación en Loja, cuyo fin es encontrar emprendimientos que reduzcan, ayuden y aporten al medio ambiente. José alcanzó el puesto 20 entre los mejores proyectos de 92 postulantes, lo apadrinaron y desarrolló su producto, se patentó la marca y sacó los registros sanitarios indispensables -2020-. “A mi me gusta mucho el café y vi ahí una oportunidad, pues uno de sus grandes problemas es que el caficultor no sabe cómo manejar su fruta, se les vuelve un lío y termina como desecho orgánico”, dice el dueño de Qishr -nombre que viene del Medio Oriente -cascara del café-. Ellos llevan tres años produciendo una bebida/té de Yemen que nace de la cereza del café y a la que le dan un valor agregado importante y exclusivo en el país, pues su gama de sabores e innovación en productos es espectacular. Además Qishr tiene su característico triciclo del café, dónde se muele y crea diversos tipos de éste, con el sabor único que vienen de las regiones de Nanegalito e Intag. “Es un café muy bueno, son grandes especialistas en su cultivo. Trabajamos con ellos, hicimos pruebas, porque nosotros necesitamos evaluar la materia prima que es la cereza, para poderla tratar y comprobar que no tenga químicos que la afecten. Les enseñamos a ver la oportunidad de manejar la fruta -no sólo el grano-, reducimos el impacto y arrancamos.”
Suspiros y espumilla de café o pulseras de pepas de café, son parte de los emprendimientos que cobran vida a partir del apoyo real que brinda Qishr a las comunidades con las que trabaja, a quienes además de capacitarlas en el cuidado de la fruta, les compran su producto, “trabajamos con tres gremios pequeños de caficultores, lo que significa una repercusión en más de 12 familias”, puntualiza José, quien de la mano nos guio por su negocio que actualmente es más que eso, es su niño mimado al cual lo ve crecer cada día y cuyas metas a corto plazo están a la vista.
Luego del Qishr -té- el expreso es el café de especialidad que más piden sus clientes, “no encuentras uno igual al nuestro en todo este sector. La gente que conoce de café, lo sabe”, aclara su barista, Ramiro Ortiz, encargado de recibir a la gente que goza desde el 2023 del ambiente y el sabor que envuelve el LabUS en plena la esquina de la República de El Salvador y Shyris. Es que la experiencia es completa y cuando más se evidencia es al final de la tarde, cuando comienza el atardecer y la pequeña plaza se llena de gente que busca mimar su paladar con un buen té o café, acompañado de postres deliciosos, porque quieren compartir con la gente y disfrutar de los emprendimientos que ofrece el LabUS. “Somos únicos creando esta bebida en el país y la ventaja es que no se fermenta, y alrededor de esto, hemos creado una comunidad positiva.”
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