Un viaje al pasado a través de la nostalgia y una muy diferente manera de ver e interpretar al mundo y sus interacciones. Eso es lo que propone este recorrido por la historia de los ordenadores de hogar que han trascendido en el tiempo hasta convertirse en una leyenda de la conexión.
Desde finales de la Segunda Guerra Mundial, las computadoras han formado parte de nuestras vidas y han sido vehículos con los que articular el progreso de la sociedad, de una manera más estrecha y personal.
Su popularidad se dio en la década de los 80. Fue en este contexto que comenzaron a comercializarse ordenadores asequibles y accesibles, destinados a consumidores en general, para uso doméstico y no técnico. Formaban parte de un segmento del mercado distinto y más económico a comparación de las computadoras científicas o de ingeniería de la época.
En todos estos años de historia, los ordenadores han ido evolucionando a la par de la tecnología. Pero aún así, hay modelos que se convirtieron en leyenda, atravesando un estilo único, transformándose en piezas retro del pasado. A continuación, algunas de las más encantadoras computadoras de hogar:
MITS Altair 8800B, 1975
Se trata de una mini computadora que fue el primer producto de Microsoft. Se ofrecía a un precio mucho más económico en comparación al de sus rivales. La Altair de tonos azules era el punto medio entre aquellos sistemas comerciales gigantes como el tamaño de una habitación y la computadora doméstica compacta.
Sharp MZ-80K, 1979
Este ordenador era un dispositivo que se destacaba por su tamaño miniatura y la innovación proveniente de Japón. La MZ-80K combinó e integró en ella: teclado, pantalla, unidad de cinta e incluso un altavoz.
Osborne 1, 1987
Una computadora verdaderamente curiosa por su peso, la Osborne 1 y sus 11 kg ha pasado a la historia como el primer equipo portátil que tuvo un importante éxito en el mercado. Su creador, Adam Osborne, se vio inspirado en el dispositivo NoteTaker desarrollado tres años antes por Xerox PARC.
Este ordenador se equipaba con un procesador y una pequeña pantalla monocroma de 5 pulgadas. Aún así, nos preguntamos ¿por qué pesaba tanto? Pues esto se debía a que su pantalla utilizaba algo llamado tubo de rayos catódicos.
Commodore 64, 1982
La carta de presentación de esta computadora de 8 bits es impactante: es el ordenador personal más vendido de la historia. Se estima que ha logrado la venta comercial de 17 millones de unidades, lo que le llevó a dominar el mercado mundial durante buena parte de los años 80.
IBM, Apple y Atari, los principales competidores de la Commodore 64 en aquella época, no consiguieron frenar el empuje inquebrantable de este pequeño ordenador que llegó a convertirse en una pieza fundamental de la historia.
Apple Lisa 2, 1984
La Lisa original fue una computadora bastante costosa, pero a su vez, se destacó en la historia y el mercado por ofrecer una gran novedad: la interfaz gráfica de usuario. Con el tiempo, más bien en 1984, fue reemplazada por una versión más barata y asequible: la Lisa 2.
Este año fue fundamental para Apple, ya que se trató del inicio de su verdadera revolución, evolución y progreso.
Apple iMac G3, 1998
Finalmente, la Apple iMac G3: una máquina que fue un punto de quiebre y partida para Apple. Los colores dulces y llamativos, su carcasa translúcida del iMac y su forma tan peculiar, aún hoy son motivo de recuerdo y distinción.
Esta divertida computadora permitió a Apple destacarse por completo frente a sus aburridos rivales de PC beige, con una especificación técnica avanzada, incluido el primer puerto USB incorporado, que lo ayudó al camino en subida de la empresa.
Hoy en día hablamos de las computadoras más codiciadas y completas del mercado. Un ejemplo de ello es la MackBook Pro de 15 pulgadas, la máquina más potente de Apple. Ideal para aquellos que necesitan una herramienta de trabajo para edición de videos como para aquellos gamers exigentes. Esta MackBook se destaca por ser un ultrarápida y ofrecer los mejores colores, brillo y espectaculares gráficos.
Ordenadores grandes, pesados, retro, divertidos, coloridos, extravagantes, insípidos: la muestra histórica del progreso. Los inicios de la conectividad absoluta y globalizada. Los primeros eslabones que nos permitieron encontrar computadoras en la mayoría de los hogares del mundo actual.
Un elemento que comenzó a trabajarse con espíritu de progreso y hoy se transforman en la prueba viviente de la evolución tecnológica, el desarrollo y la conectividad.
