En Uribe Schwarzkopf, creamos novedosos conceptos de vida y construcción a través de diseños que le despiertan la ciudad. Tal es el caso de EPIQ un majestuoso edificio inspirado en nuestra cultura y nuestra tierra. Este proyecto es creado en conjunto al estudio de arquitectura de Bjarke Ingels, BIG, uno de los grupos de arquitectos más importantes y renombrados a nivel mundial.
La creatividad es la impronta de todos nuestros proyectos, rompen con la norma y establecen nuevas reglas en cuanto a conceptos y esquemas modernos y sofisticados. Ofrecemos calidad y calidez a través de obras que se gestan con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas.
De la idea de irrupción nace EPIQ un concepto de vida diferente, que brinda no sólo uno de los diseños más fantásticos de la ciudad, sino también, una calidad de vida inigualable que conecta de lleno con la naturaleza y ofrece todos sus servicios a partir de un sistema de arquitectura sostenible.
En Uribe Schwarzkopf somos pioneros en trabajar con estrategias de crecimiento sostenible para la ciudad, con edificaciones que tengan consumos eficientes, que gestionen sus residuos desde la construcción, que aporten con espacio verde y de recreación al espacio público y que mejoren la calidad de vida de todos los ciudadanos.
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Inspirados en la Madre Tierra
La diversidad de Quito en cuanto a paisajes, flora y fauna autóctona es admirable. Cada rincón de la ciudad esconde la esencia de nuestras raíces, que permanecen firmes más allá del progreso constante de la capital.
En Uribe Schwarzkopf creemos que somos afortunados de vivir en una ciudad que es Patrimonio de la Humanidad. Entendemos que la mejor manera de homenajear y valorar nuestra tierra es utilizarla de inspiración para crear magníficas obras de arte arquitectónica.
EPIQ nace del respeto y admiración a los colores que conforman cada paisaje de Quito y que le dan vitalidad a sus días. Se inspira en la fusión perfecta entre los colores de nuestra tierra con la arquitectura moderna de primer nivel.
Hemos construído este novedoso edificio como un monumento a nuestra ciudad y a nuestro país, y que será admirado como una escultura épica de la arquitectura mundial, como una pieza sin igual que ofrece una conjunción de los mejores paisajes y atardeceres de toda la ciudad.
A nivel del suelo y el segundo piso, EPIQ cuenta con espacios comerciales y una cafetería abierta al público en general, seguido con una entrada privada hacia el lobby para los residentes. En su piso 25 se encuentra la terraza de los residentes, con salones para eventos, pista de bowling y una espectacular piscina con vista 360° de la ciudad.
El edificio entero convive en armonía y ofrece diferentes espacios comunes y diversas actividades. Se trata de una comunidad tridimensional y vertical que brinda lo mejor de una vida moderna y completa.
Una arquitectura sostenible que piensa en el futuro
En Uribe Schwarzkopf creemos que la arquitectura debe superar desafíos que la transformen en una actividad más orgánica y amigable con el medio ambiente y capaz de moverse de manera rentable en un campo que ha sido en gran parte inexplorado.
Una arquitectura que nace de la alquimia de todo lo que hace a la cotidianidad de las personas en fusión con políticas amigables y sustentables.
Consumo eficiente de agua
En EPIQ se ha pensado en procesos de reutilización de agua gris para diversos usos. Establece una cultura de manejo del agua de lluvia, usada para mantenimiento y riego. Así también, existe una planta de tratamiento de agua gris, proveniente de lavamanos, duchas y lavadoras que es aprovechada para uso en inodoros de la edificación.
Consumo eficiente de energía
EPIQ tiene una concepción de diseño bioclimático que analiza la orientación, asoleamiento, vientos predominantes, temperatura, humedad relativa existente en el lugar, generando así resultados en una edificación que cumpla con estándares internacionales de confort térmico, acústico y lumínico.
Se diseña en función de que los espacios privilegien la iluminación natural y para los horarios donde se requiere iluminación artificial, se cuenta con un diseño de luminarias y equipos de alta eficiencia energética, con controles de iluminación como sensores de presencia y temporizadores.
Movilidad sostenible
Es un edificio que está ubicado frente a la futura estación del metro y del parque La Carolina, lugar trabajado estratégicamente para promover la reducción de movilización por parte de sus habitantes, y así fomentar la movilidad sostenible. Los usuarios directos e indirectos se benefician así, de la cercanía del transporte público y del uso de bicicletas a disposición.
Además, en la planta baja se encuentran ubicados locales comerciales y equipamiento urbano que crean recorridos acompañados de vegetación endémica, invitando al peatón a caminar y al entretenimiento de diversas actividades.
Esta vez nos reinventamos y rompemos esquemas. Queremos dejar una huella imborrable que despierta nuestros sentidos a través de una arquitectura superior que se fusiona con elementos de nuestra cultura.
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Terrazas, diversidad y vegetación
EPIQ es un edificio que fusiona de la mejor manera áreas verdes en jardines elevados. Se trata de espacios abiertos de recreación e interacción que reúnen a las personas en diferentes sitios del edificio, brindando sensaciones de cercanía con la naturaleza y el paisaje.
Las terrazas existentes tienen diferentes temas, refiriendo a la diversidad de vegetación del país. Se generan de este modo, microclimas en diálogo entre el edificio y el parque. En cada terraza existen diversas plantaciones que dan crecimiento a especies endémicas en diferentes orientaciones de la fachada del edificio, lo que hace que la belleza del paisaje sea tanto hacia afuera como adentro del edificio.
En una mirada hacia el horizonte, EPIQ pasa a ser parte de un paisaje nativo, con los colores más característicos de nuestra región.
Hoy en Quito creamos un monumento que se inspira en nuestras raíces, sin dejar de lado los conceptos de la arquitectura contemporánea de primer nivel. Se originan paisajes con texturas cálidas y naturales, respetando los elementos que conforman nuestra esencia como los colores de cada atardecer, la flora y fauna andina o los tejidos de paja entrelazados, típicos de Ecuador.
