Para quien tiene una mascota es muy importante encontrar un lugar en el que sus compañeros peludos puedan vivir bien. Como en la ciudad cada vez es más difícil vivir en una casa con patios amplios, perros, gatos y otras mascotas tienen que adaptarse.
En Ecuador, las personas somos particularmente cercanas a nuestros animales. Según un estudio, en 2015, tres de cada cinco familias quiteñas tenían una mascota. En muchas áreas residenciales es común encontrarse con caminantes que pasean al perro y descubrir a algún gato curioso que espía desde la ventana.
En el país, ninguna ley prohíbe tener animales en casas o departamentos pero cada arrendador y cada edificio pueden disponer reglas distintas al respecto. Por ese motivo, es importante que nuestras mascotas sepan ser buenas vecinas.
Hay consejos para que, quienes tienen perros y gatos en espacios pequeños, eviten problemas al cuidarlos. Es motivador recordar que los animales domésticos son muy buenos para aprender, y ligar su comportamiento a nuestras necesidades. Si se le dedica tiempo, hasta el peludo más hiperactivo puede ser un modelo de educación.
Sus necesidades son tus necesidades
Las necesidades biológicas de las mascotas son uno de los principales retos para cualquier dueño. Sobre todo en un espacio pequeño. Pueden dañar alfombras y parqués, son un problema de higiene y causan malos olores.
En el caso de los felinos, están instintivamente atraídos a realizar sus necesidades en áreas similares a la tierra, por lo que los areneros suelen ser la mejor opción.
Incluso hay arenas sanitarias muy absorbentes y que neutralizan olores. Se recomiendan cajas profundas, debido a que los gatos son muy cuidadosos y tienden a tapar sus necesidades una vez realizadas.
En el caso de los perros, la misión es un poco más compleja.
Los puntos clave son: Supervisión - Anticipación - Refuerzo Positivo.
Durante su aprendizaje, lo más importante es tener mucha paciencia y perseverancia. Lo bueno es que, cuando los caninos entienden que su excusado está afuera, todo es mucho más fácil.
Al principio tenemos que supervisar su comportamiento para anticipar cuándo tiene ganas. Es imposible enseñar a un perro a hacer sus necesidades en la calle o el jardín si no estamos con él cuando lo hace. Cuando acierta hay que premiarlo con todo el amor y las golosinas posibles.
Dales un espacio
Todos necesitamos un espacio y las mascotas no son la excepción. Allí deben estar sus juguetes y su plato de comida. Esto es importante porque muchos animales se ponen a la defensiva cuando se alimentan. No es buena idea poner su alimento en el corredor por el que pasa toda la familia.
Una mascota cansada es una mascota feliz
Cuando los animales no usan su energía, esta se convierte en estrés, ladridos y muebles destrozados. Hay que jugar con ellos, sacarlos a pasear y presentarles amigos peludos.
En el caso de los gatos hay módulos de juego en los que pueden estirarse, saltar y desquitarse cuando necesitan usar sus garras.
El parque de la Carolina en Quito es perfecto para correr con nuestro perro entre los árboles e incluso tiene un área designada para caninos. Por esta razón, los vecinos del lugar no tienen problemas para jugar con sus mascotas y socializar mientras lo hacen.
Abre las ventanas cuando no estés
Las ventanas abiertas no sólo refrescan el hogar y permiten que el flujo de aire se lleve una parte del pelaje que muchas mascotas generan, también los distraen. A ningún animal le gusta sentirse solo. Una vista a la calle hace que estén más tranquilos cuando llegues. Solo ten cuidado con los gatos, sus instintos aventureros pueden ponerlos en riesgo.
Cuida su pelaje
El pelaje no es un problema en una casa grande con espacios abiertos y jardín, pero en un departamento debe ser atendido. No quieres ser esa persona que tiene toda su ropa llena de lanas brillantes.
El cepillado constante ayuda en la mayoría de los casos, pero si aún te encuentras con pelos en la sopa, consulta con un veterinario para probar con dietas especiales y productos de baño. Tu mascota podría tener un problema de piel fácil de curar.
El momento profesional
Quienes han tenido mascotas a lo largo de su vida saben que cada perro y cada gato tienen personalidades diferentes. Hay gruñones, perezosos, amistosos, enérgicos y curiosos. Algunos son fáciles de entrenar y otros son indomables. Hay los que salen corriendo cuando abres la puerta y los que no quieren salir más de diez minutos.
Por este motivo, no descartes los servicios de un experto, ya sea para su cuidado, alimentación o entrenamiento. Te sorprendería cuánto pueden mejorar las conductas de tus mascotas con una mano profesional.
Si tienes un problema en tu barrio, conjunto o edificio, empieza por buscar una solución y encuentra la manera de dialogar con los afectados. Casi todos tus vecinos saben lo mucho que quieres a tu mascota, y probablemente, algunos tienen una que los espera en casa.