La relación de Joseph Schwarzkopf con Quito es profunda. El gerente de Uribe Schwarzkopf nos habla sobre construcción, urbanismo y futuro.
Una ciudad más dinámica y una experiencia urbana vibrante le dan un valor inmenso al sector de la construcción que es, además, uno de las grandes turbinas económicas de todo país.
Quito es una increíble ciudad que alberga alrededor de 2,7 millones de habitantes y es el refugio de una gran diversidad de paisajes, flora y fauna. El talento y la visión empresarial de Joseph Schwarzkopf han contribuido a que Uribe Schwarzkopf se posicione como uno de los más importantes referentes de la arquitectura, el diseño y la innovación urbana en Quito y en el Ecuador.
Es una forma de ver a su empresa y su sector empresarial que va más allá de la construcción de proyectos inmobiliarios. Para Joseph Schwarzkopf, construir también significa promover el crecimiento social y cultural de la ciudad. En su perspectiva, el desarrollo tiene que ser sostenible, saludable y girar en torno al ser humano.
La relación de Joseph Schwarzkopf con la capital de los ecuatorianos tiene cimientos tan fuertes como los de los edificios que contribuye a construir. Este vínculo se ha concretado, entre otras formas, en la revitalización de patrimonios culturales quiteños como el icónico bar del patrimonial barrio de La Floresta, el Pobre Diablo, y en la búsqueda de propuestas arquitectónicas vanguardistas.
Hablamos con Joseph Schwarzkopf sobre su relación con Quito. Nos contó cuáles son los desafíos urbanísticos de la ciudad, sus encantos arquitectónicos y algunas de sus joyas gastronómicas.
Siempre un paseo por el Centro Histórico de Quito es inspirador.
Hay un lugar muy acogedor que, en mi opinión, tiene la mejor vista del centro de la ciudad, que es el Café Mosaico. El Centro de Arte Contemporáneo (el CAC, coloquialmente) es un lugar especial, al igual que La Floresta, un barrio pintoresco de la ciudad, con lugares como el cine 8 y Medio, que aportan a la cultura de la ciudad y generan lugares de encuentro diferentes, donde se puede mantener una buena conversación.
Sobre restaurantes, me parece que Jan Niedrau, con el Grupo Z, ha hecho un gran trabajo en todos los conceptos que maneja, con propuestas gastronómicas variadas para todo tipo de paladar. Sin embargo, mi restaurante preferido es el Rincón de Francia, porque me trae muy buenos recuerdos de toda mi vida en Quito.
Considero que la arquitectura en Quito es muy especial, ya que tiene una mezcla de diferentes estilos que fueron influenciados principalmente por emigrantes que llegaron al país en diferentes épocas y con diferentes ideas.
Hay una mezcla muy interesante de conceptos arquitectónicos que rompen la monotonía. Pienso que, para el 2030, Quito será una ciudad ejemplo en la región por su arquitectura.
Más que retos arquitectónicos la ciudad tiene retos urbanísticos. El futuro de Quito tiene que ir de la mano de la movilidad.
Con la apertura del metro se crearán nuevas centralidades que necesitarán planificación para crear más edificabilidad y vendrán más edificios en esas zonas.
El reto es crear estas centralidades con orden y de la mano de la movilidad, así se podrá consolidar el concepto de las ciudades de 15 minutos, que es la clave para crear ciudades sostenibles.
Cada edificio tiene su identidad y un concepto arquitectónico especial, donde hemos puesto toda nuestra pasión y trabajo para desarrollarlo, y para cumplir con todas las expectativas de nuestros clientes.
Sin embargo, me gusta mucho Epiq desde su conceptualización y su resultado. Es un proyecto que será un hito en Latinoamérica y en nuestro país.
La forma y materialidad de la fachada, las áreas sociales, que tiene su ubicación frente al parque La Carolina, y las increíbles vistas 360, lo hacen un lugar ideal para vivir en la ciudad, con todas las comodidades del caso.
Cuando nos visitan arquitectos internacionales, nunca pasan desapercibidas las vistas de nuestra ciudad, su clima, que te hacen sentir como en una eterna primavera, y el cielo azul característico de Quito.
Estas son las características naturales más apreciadas por ellos. Después, la variedad gastronómica siempre es algo que les encanta, más el casco histórico de la ciudad.
El barrio de La Floresta siempre tiene un efecto bohemio que a los artistas y arquitectos les gusta mucho. Por último, el valle de Cumbayá, por su proceso de desarrollo y crecimiento, es visto como un excelente ejemplo de una nueva centralidad para todo tipo de familias.