La productividad mucho tiene que ver con el estado de ánimo de las personas. Es casi una relación directa que hace que, cuando más felices estemos, más rendimiento tenga nuestra rutina.
A la hora de conseguir un ambiente verdaderamente armonioso y óptimo para el trabajo, hay que hacer del color la herramienta predominante: una paleta que estimule, pero sin llegar a generar estrés.
A la hora de decorar la oficina de trabajo, es importante saber que el color que se disponga tanto para el espacio en sí, como para los diferentes elementos de la decoración, es muy importante y por eso deben surgir de una detallista elección.
Una correcta decisión optimiza la producción de los trabajadores y cada color puede tener efectos distintos en los integrantes de la oficina.
Existe una diversidad de gamas y paletas: cálidas, frías, colores neutros, que pueden generar efectos positivos con inmediatez si son correctamente utilizados.
A la hora de elegir
En el instante de pensar en los colores para tu oficina, se deben de tener en cuenta varios factores. Todos aquellos que influyen de manera directa en el desempeño laboral y que, tomados en cuenta al momento de elegir la decoración, harán de la oficina una agradable e insuperable zona de trabajo.
Entonces, pensar en los colores, es pensar también en:
- El espacio que se dispone.
- El tipo de actividad que se realiza en él.
- Si el trabajo requiere (o no) una alta concentración.
- Si en el espacio de trabajo la creatividad es lo que se lleva a cabo.
- Si se trabajará en equipo.
Por todo ello hay que diseñar y distribuir muy bien las zonas de trabajo, pintarlas e iluminarlas adecuadamente para cada actividad que se desarrolle en ella. Siendo aconsejable evitar mezclar tonos con mucho contraste.
Neutros: la mejor elección
Respecto a los colores más adecuados a nivel general, hay que tener cuidado con los colores corporativos de una empresa, porque no siempre son los más adecuados a la hora de decorar una oficina.
Esto, ya que pueden ser tonos muy agresivos que a la larga afectarán negativamente a la productividad. Por ello, centralizarse en los colores neutros es la mejor elección.
Como norma general se opta por pintar las oficinas en una base de colores neutros, siendo el blanco roto, el gris claro e incluso plata los más utilizados.
El uso de estos colores crea un ambiente más amplio y facilitan la combinación con los muebles.
El blanco aporta paz, confort y ayuda a aclarar los pensamientos. En momentos de más estrés y agobio en la oficina será un gran aliado. Siempre es una apuesta segura: ayuda a la concentración y además de luminosidad, ofrece un aspecto de limpieza y orden general.
Por otro lado, el gris es un color muy elegante y moderno, que mezclado con materiales como el metal o la madera, brinda mucha prestancia al espacio. El gris no deberá predominar en las paredes, se recomienda su uso como un elemento decorativo, por ejemplo pintar solo algunas zonas de la pared con este color.
De igual forma con la plata, color de la luna, es un color que evoca rapidez y dinamismo; también es un color con el que se refleja brillantez y lujo, dándole un toque elegante a la oficina.
Todo el arcoíris para los detalles
Para los diversos accesorios, muebles y elementos decorativos de la empresa, se puede optar por la paleta entera de colores que brinda el arcoíris. Siempre y cuando, se tenga en cuenta la primera base fundamental de colores neutros.
Estos colores ofrecerán al espacio diferentes cualidades y darán vida a cada rincón de la oficina.
¿Cuáles utilizar y por qué? A continuación conoce la diferencia entre cálidos y fríos:
Colores cálidos
Son la gama comprendida entre el amarillo y el magenta, y se denominan así porque se asocian a la luz del sol. Son tonos muy estimulantes que transmiten fuerza, alegría y movimiento, por lo que se les conoce también como colores activos.
Amarillo
El amarillo simboliza la luz y la energía. Se trata de un color que potencia la actividad cerebral, favorece la comunicación y la creatividad. Por lo tanto, se lo recomienda en espacios donde se desarrolle un trabajo en equipo, como salas de juntas o reuniones.
Naranja
Los tonos naranjas combaten la fatiga y mejoran el nivel de optimismo.
Es ideal para un hall de bienvenida o zonas de descanso y ocio, como oficinas y cafeterías. Espacios donde la comunicación es más fluida e informal ya que lo que permite el naranja es una expresión de aproximación.
Rojo
Se trata de uno de los colores más intensos de esta gama, el rojo activa el sistema nervioso y el ritmo cardiaco. Con su fortaleza, promueve la firmeza y la objetividad, por lo que colabora al momento de abordar temas importantes.
Aún así es importante tener mucha precaución con este color, ya que si se utiliza en exceso puede resultar demasiado agresivo. Conviene utilizarlo en pequeñas dosis, preferiblemente en mobiliario y algunos complementos de oficina.
Colores fríos
Los colores fríos representan toda la gama de azules y los derivados de este, los verdes y violetas. Son tonos que se asocian con el agua y el hielo, de ahí su denominación. Todos ellos, suelen transmitir calma, quietud y sensatez, por eso se les llamaba colores pasivos.
Verde
El verde representa la luz de la naturaleza, por tanto representa equilibrio y armonía. Es un tono que favorece la concentración, potencia el ingenio y la creatividad, esto lo hace idóneo para puestos de trabajo individuales, diseñadores y agencias de publicidad donde los creativos requieren altas dosis de imaginación.
Azul
Este color ayuda a reducir la tensión sanguínea y ejerce un efecto relajante, por lo que aporta tranquilidad, estabilidad y seguridad. Se asocia también a caracteres sensibles y equilibrados, que desarrollan capacidades muy creativas.
Es un color especialmente indicado para salas de visitas o puestos de trabajo donde se genera mucho estrés.
Con dedicación y buenas decisiones, puedes lograr la zona de trabajo ideal para cumplir con todas tus metas y las de tu equipo. ¡Manos a la obra y a llenar de vida la oficina!