Los jardines, los parques, las zonas verdes e incluso áreas de arbolado son elementos clave para mantener una buena calidad de vida en las ciudades y favorecer el bienestar de las personas.
Se trata de espacios verdaderamente necesarios para el bienestar de las personas. Tanto que la Organización Mundial de la Salud (OMS), sostiene que las ciudades deben ofrecer por lo menos 9,2 metros cuadrados de áreas verdes por habitante para considerarse saludables.
Volver a la naturaleza, siempre
El contacto con los enclaves naturales en la ciudad tienen una fuerte incidencia que va mucho más allá de brindar agradables paisajes. El contacto con lo natural permite la sensación de libertad, funciona como un espacio de reflexión, permite relajar y reducir el estrés.
Los espacios verdes como parques, jardines, plazas, arboladas y laderas de ríos ofrecen soluciones a la inevitable, rápida y poco sostenible urbanización. A ello se suman beneficios sociales y económicos igualmente importantes, que repercuten en el avance del cambio climático, la conversión de ciudades sostenibles, la salud pública y la conservación de la naturaleza.
Áreas verdes públicas: un rol clave en la salud
La contaminación del aire es una de las mayores problemáticas que enfrentan todas las ciudades. La polución, visibilidad y contaminación del entorno urbano en el que las personas viven, impactan directamente en la salud y el bienestar.
Aunque no siempre sea algo visibilizado o conocido, la contaminación del aire, en particular la procedente del tráfico de vehículos, es la causante de un gran porcentaje de enfermedades como el cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias, entre las más destacadas.
Aquí los espacios públicos entran a jugar un papel verdaderamente clave: los conjuntos de árboles y zonas verdes en las ciudades favorecen a la purificación del aire, proveen sombra, atenúan las fuertes lluvias y sirven de hábitat para diferentes especies.
Sus beneficios son variados y abarcan diferentes áreas que responden a una sana y elevada calidad de vida, entre ellos:
1- Ayudan a combatir la contaminación
Las zonas verdes de las ciudades se convierten en auténticos pulmones que favorecen a reducir la contaminación del aire. Funcionan como pequeños oasis en medio del hormigón y el asfalto que además regulan la temperatura y la humedad del ambiente.
Estas áreas verdes producen oxígeno, filtran la radiación e incluso reducen la contaminación acústica amortiguando los ruidos ocasionados por el tráfico, además de crear un ecosistema urbano que ayuda a la conservación de la biodiversidad.
2- Mejoran la salud física
Además de una fuerte incidencia en la salud emocional, los entornos naturales también permiten que sus habitantes se sientan mejor físicamente. Vivir rodeado de espacios verdes y parques anima a la población a salir a la calle, a pasear e incluso a practicar una amplia gama de deporte.
3- Mejoran el bienestar emocional
Como fue mencionado anteriormente, una razón con fuerte peso para demostrar la importancia de las áreas verdes, es que está demostrado que reducen el estrés y ayudan a las personas a conectarse con la naturaleza.
La contemplación de paisajes cambiantes y naturales relaja, fomenta la creatividad y reduce la angustia.
4- Fomentan la vida al aire libre
Otro de sus beneficios es que los espacios verdes ayudan a las relaciones sociales. Las personas encuentran en la naturaleza un punto de reunión donde realizar actividades al aire libre.
Ciudades saludables
Las ciudades saludables son aquellas que buscan el bienestar de sus ciudadanos a través de entornos agradables y la reducción de enfermedades. Todo ello, mejorando el contexto urbano para así garantizar calidad de vida a todos los habitantes.
Para lograr esto, es necesario mejorar la planificación y la gestión urbana de las pequeñas y grandes ciudades, con la finalidad de que estos espacios existan, se multipliquen y, sobre todo, sean más inclusivos, seguros y sostenibles.
Como la apuesta por un entorno más natural abarca también a edificios y complejos residenciales, en Uribe Schwarzkopf trabajamos para ofrecer importantes espacios verdes a todos nuestros clientes, como por ejemplo, en Aquarela, Botániqo, Aurora, entre otros.
La ciudad sostenible está en permanente construcción. No existe un solo modelo, cada una implementa sus propias soluciones, es responsabilidad de todos velar por la construcción de nuevas comunidades que valoren la naturaleza por sus infinitos beneficios.