Uno de los recursos por excelencia que ha trascendido a lo largo del tiempo, apoyando y sustentando investigaciones y la historia misma, es el libro. Un elemento de los más importantes de todas las culturas y su desarrollo. Un tesoro invaluable del progreso humano. Y son las bibliotecas las encargadas de conservar en ellas a este importante elemento de la cultura mundial.
Si hay algo que caracterice a las bibliotecas históricamente, es su capacidad de adaptación constante a los tiempos, la sociedad y la tecnología. Son pioneras en poner a disposición diversos recursos tecnológicos al alcance de las personas, ofreciendo así acceso y las mismas oportunidades para la sociedad y su crecimiento.
Es entonces que buscan confluir en un mismo espacio con el pasado, el presente y el futuro. Estando siempre al tanto de qué herramientas pueden facilitar el acceso a la información cultural, científica y académica.
El rápido desarrollo de las tecnologías de la información e internet, ha tenido un fuerte impacto no solo en las actividades diarias de las personas, sino también a nivel organizacional e institucional, como es el caso de las bibliotecas.
Esta situación de cambio tecnológico ha ido avanzando gradualmente, y afectando diferentes facetas del cotidiano de las personas. Tal es el caso también de las bibliotecas: espacios que se han adaptado, haciendo uso de la tecnología en diversos aspectos.
Uno de los principales beneficios del desarrollo de la tecnología dentro de las bibliotecas fue la oportunidad de crear formatos bibliográficos que permitan la representación y la recuperación de la información, ampliando de esta manera las posibilidades de acceso a la información.
Las bibliotecas más modernas fusionan entonces todo su contenido físico con archivos computarizados de todo tipo, los cuales no sólo contienen palabras sino también sonidos, imágenes fijas y en movimiento. Un concepto de biblioteca mucho más abarcativo y rico.
Ya quedó claro que la tarea de las bibliotecas es de las más fascinantes: resguardar en ellas piedras preciosas de la cultura mundial. Salvar del constante y brusco progreso al lenguaje, al idioma y todas sus creaciones. Desde la literatura hasta la ciencia, desde las expresiones artísticas de un sinfín de culturas, hasta la historia.
Las bibliotecas son un santuario de palabras, guardan en ella la historia de todo el universo. Y no sólo se jactan de ello y de evolucionar con el tiempo, sino también de ser parte de proyectos arquitectónicos sin igual. A continuación tres ejemplos de vastas, modernas e increíbles bibliotecas del mundo:
Conocida como “el mar del conocimiento”, es sin duda alguna, la biblioteca más bella de China y una de las más impresionantes del mundo entero. Cuenta con 33.700 metros cuadrados y una capacidad para albergar 1,2 millones de libros.
Esa fabulosa biblioteca es proyecto del reconocido estudio MVRDV y se encuentra ubicada en el distrito cultural de Binhai. Esta biblioteca presenta un diseño futurista, logrado a partir de la construcción de estanterías a modo de gradas que se disponen alrededor de un llamativo auditorio esférico, ubicado en el centro de todo el edificio.
Un escenario digno de ciencia ficción, capaz de dejar enamorados y boquiabiertos a quienes tengan la dicha de entrar en ella.
No podíamos dejar de lado esta increíble pieza del excelentísimo Jean Nouvel. Una obra del 2005, que surge a partir del concurso ganado por el arquitecto para realizar la ampliación del Museo Reina Sofía (Madrid).
En este nuevo edificio se amplió el espacio de exposición, se instaló un auditorio, una excéntrica terraza y, lo más importante, esta preciosa biblioteca cúbica que se compone de tesoros invaluables de Europa.
Arte, literatura y lo mejor de la arquitectura mundial convergen bajo un mismo techo en la Biblioteca del Museo Reina Sofía en Madrid.
Su diseño, similar a la de un cerebro, hace que la biblioteca sea popularmente conocida como “El cerebro de Berlín”. Se trata de una obra de los arquitectos de Foster&Partners .
Fue creada en 1945, posterior a la guerra, lo que la convirtió en un elemento clave para la cultura y la ciencia de la capital alemana. Esta gran esfera acristalada permite el paso de la luz solar que ilumina a todo el edificio y crea un microclima en su interior.
La Biblioteca de Filología de la Universidad Libre de Berlín, además, cuenta con dos salas de lectura adaptadas para personas con discapacidad visual. En definitiva, se trata de una burbuja que contiene en su interior una diversidad de conocimientos.
Un universo donde se fusiona el arte, la cultura, el conocimiento, la literatura, la transformación, la tecnología y la arquitectura.
Un componente clave de la evolución y el desarrollo de las sociedades. Una pieza fundamental, que muchas veces pasa desapercibida, pero que son, en gran parte, quienes funcionan como pilar fundamental de nuestro crecimiento como individuos, culturas y comunidades.